El Campo de Piedra Pómez, en Antofagasta de la Sierra, Catamarca, es un lugar que parece de otro planeta. Ubicado a más de 3 mil metros de altura en el oeste de la provincia, este gigantesco desierto de piedra blanca y formas caprichosas es un paraíso para los aventureros.
La mejor época para visitar el Campo de Piedra Pómez es entre abril y noviembre, cuando las temperaturas son más moderadas y las lluvias escasas. Durante el verano, el calor puede ser intenso y los caminos se vuelven inestables por las tormentas. Sin embargo, si te asegurás una visita con la guia adecuada y alojamiento en algún poblado cercano, como Antofagasta de la Sierra o El Peñón, podés viajar a este paraíso norteño en cualquier época del año.
Es importante saber que el acceso, un camino sin asfaltar que se desprende de la ruta, no es sencillo: se recomienda ir en vehículos 4x4 y con guía, ya que los caminos no están señalizados y el terreno es arenoso y variable.
El origen del Campo de Piedra Pómez se remonta a una explosión volcánica ocurrida hace aproximadamente 6 millones de años. La violenta erupción arrojó grandes cantidades de ceniza y piedra pómez, una roca volcánica porosa, liviana y clara, que se solidificaron y esculpieron por la acción del viento. El resultado es un mar de rocas blancas, grises y rosadas con más de 5.000 hectáreas de extensión, donde las formas recuerdan a castillos, acantilados, túneles y olas congeladas.
A diferencia de otros paisajes desérticos de la Argentina, este tiene una estética espacial. A medida que el sol se desplaza sobre el cielo, las formaciones cambian del blanco puro al dorado tenue, y las sombras acentúan los volúmenes naturales. Por eso, muchos comparan las caminatas por acá con explorar la superficie de la Luna o Marte.
A continuación, veamos cómo llegar a área natural protegida del campo de piedra pómez en Catamarca desde otros puntos provinciales. También, cuáles son las mejores excursiones en este lugar y qué más hay para hacer en Antofagasta de la Sierra.
Dónde queda Antofagasta de la Sierra y cómo ir al desierto de piedra pómez
El campo se encuentra a unos 40 kilómetros del pueblo El Peñón, y a 530 de San Fernando del Valle de Catamarca, la capital provincial. Se accede por un desvío de la Ruta Provincial (RP) 43: esta es, a su vez, el acceso principal a Antofagasta de la Sierra.
Para llegar al ingreso desde San Fernando hay que tomar la Ruta Nacional (RN) 38 rumbo al oeste por unos 70 kilómetros hasta Cumbicha, en el límite con la provincia de La Rioja. Desde ahí hay que girar a la derecha para empalmar con la RN60 hacia el norte, por otros 130 kilómetros.
Una vez en El Retiro, sobre el límite al norte con La Rioja, hay que salir de la RN60 para tomar la RN40 en dirección a San Antonio y continuar 135 kilómetros hasta Las Juntas, donde aparece el desvío a la RP36. Luego de tomar esta última a la izquierda, se sigue por 8 kilómetros hasta el empalme con la RP43, por la que se abre el tramo final hacia El Peñón y, a continuación, el camino de ingreso al desierto.
Para llegar al campo de piedra pómez desde Fiambalá hay que seguir la RN60 hacia el sudeste hasta empalmar con la RN40 hacia el norte, siguiendo la misma ruta que desde la capital. La distancia de Tinogasta al campo de piedra pómez es un poco menor, dado que este pueblo está más cerca de la RN40, por lo que el recorrido es el mismo pero más corto.
Aventura en el campo de piedra pómez: excursiones y tours por el día
Hay más de una manera de visitar este paisaje espectacular de la puna catamarqueña. Algunas proponen una aventura de un día completo, otras de varios, combinando el Campo de Piedra Pómez con otros paisajes de la puna: salares, lagunas de altura, campos de lava, termas naturales y pueblos.
Uno de los tours clásicos es desde Antofagasta de la Sierra al campo de piedra pómez. El recorrido inicia por el pueblo norteño para partir hacia Carachi Pampa, un gran desierto de sal famoso por sus paisajes extraños y su calma total. La próxima parada es la Laguna de Carachi Pampa, donde el agua cambia de color con la luz del sol, y los flamencos andinos contrastan con el paisaje monocromático.
Una vez en el Campo de Piedra Pómez, una caminata de media hora propone explorar este lugar único con la guia de un experto local. Al regresar esperan las dunas de arena silícea, formadas por el desgaste del Campo de Pómez.
Si estás en El Peñón o vas a pasar parte de tu estadía ahí, podés sumarte al tour en 4x4 al desierto de piedra pómez. La velocidad le da un caracter especial a las vistas panorámicas del lugar. Además, vas a poder elegir entre visitar, también, Carachi Pampa o Dunas Blancas.
Y si querés visitar el campo de piedra pómez desde La Rioja, el paquete de 5 días de Tangol incluye un día entero de trekking y visitas a volcanes y salares de la zona. También a El Peñón, Lagunas Blancas y otros lugares impresionantes de la puna, con traslados, alojamiento y varias comidas incluidas.
Qué hacer en Antofagasta de la Sierra
La visita al desierto blanco es quizá la mejor actividad para hacer desde Antofagasta de la Sierra, pero no la única. Para empezar, nada mejor que un paseo por este pueblo puneño de calles tranquilas y casas bajas, donde el paisaje desértico y los volcanes lejanos marcan el ritmo de vida.
A las afueras del poblado, el Volcán Galán es uno de los atractivos más imponentes. Su caldera de 40 kilómetros de diámetro forma un cerro que se levanta sobre un paisaje de roca volcánica a casi 5.000 metros sobre el nivel del mar. En la misma excursión al Cerro Galán se visita Laguna Diamante, Laguna Grande y miradores lindantes.
A pocos kilómetros al norte de Antofagasta se ubica el Salar del Hombre Muerto, una extensión blanca y brillante que contrasta con las montañas rojizas que lo rodean. La zona es conocida por su actividad minera, pero también atrae a turistas por sus paisajes, donde el suelo salino refleja el cielo como un espejo. El camino bordea el río Trapiche, donde es común encontrar con vicuñas, llamas, parinas y perdices que se adaptan a la vida en el altiplano.
Una experiencia similar espera al visitar el Salar de Antofalla, que se extiende por más de 150 kilómetros.Rodeado por volcanes y cerros multicolores, guarda vistas panorámicas que invitan a recorrer sus bordes y visitar pequeñas lagunas llenas de vida silvestre.