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El recorrido comienza a ser panorámico desde los 5 km de distancia, pasando por la Laguna Colorada y la Quebrada de Calalaste, donde se empieza a ver la flora y fauna silvestre como vicuñas, flamencos, palomas cordilleranas, así como las casas de adobe y los hermosos paisajes.
Nuestra primer parada es el Mirador del Salar de Antofalla, ubicado a una altura de 4000 msnm, desde donde se puede observar gran parte del salar. Luego, visitamos la Laguna Verde, donde se pueden ver pequeñas lagunas de colores verde, celeste y naranja.
Al mediodía, almorzamos en la localidad de Antofalla, que cuenta con varios comedores donde se puede hacer reserva o pedir en el momento. También hay una iglesia y un molino de minerales de mediados del siglo XVIII. Como es una ciudad pequeña vamos a conocer a la comunidad local, vamos a estar en contacto con lugareños.
Continuamos hacia los Ojos de Campo, unas lagunas circulares que llaman la atención por su formación, estudiadas por científicos. Luego, visitamos el paraje de Botijuelas, donde Don Simón Morales nos muestra una batea de agua termal y un antiguo géiser apagado, además de una excelente vista panorámica con diversos paisajes. Ahí vamos a poder bañarnos o meter los pies en el agua de las termas.
Finalmente, emprendemos el regreso por la Quebrada del Diablo, donde la tierra se tiñe de colores, hasta llegar de nuevo a la villa de Antofagasta.