Fue construido en 1884 por sus propietarios originales sin escatimar en esfuerzos ni gastos: fina boiserie, magníficos vitraux, mármoles italianos y muebles traídos de París. La poetisa argentina Alfonsina Storni fue una asidua clienta. Sus salones también fueron conocidos por Roberto Arlt e Irineo Leguisamo, el jockey a quien le cantó el mítico Carlos Gardel en un conocido tango.
A pesar de su cierre en 1998, la Legislatura de la Ciudad la declaró área de protección histórica, por lo que fue reinaugurada en 2001, sin perder nada de su encanto y elegancia. A las impecables piezas de mármol de Carrara en la barra y las mesas, se le suman las suntuosas arañas de bronce original. En cuanto a su menú, la carta es vasta y resulta imposible no encontrar el plato que se desea, ya sean pastas, risottos, carnes de todo tipo o pescados. Las Violetas es el café favorito para adultos y para las señoras que desean tomar un té con sus amigas mientras debaten sobre la actualidad. Aunque no deja de ser un sitio al que todos quieren visitar y las edades se entremezclan entre charlas, comida y música. En el 2017 Las Violetas fue elegido como el mejor Café Notable de la Ciudad entre 19.000 votantes.