Cuna de talentos como Lionel Messi, cuyas proezas futbolísticas trascienden fronteras; Fito Páez, ícono de la música rock nacional; el mítico revolucionario Ernesto "Che" Guevara; el entrañable Roberto Fontanarrosa, maestro de la pluma y el humor; y la eterna Libertad Lamarque, diva de la época de oro del cine y el teatro. Esta plétora de personalidades ilustres es una señal del espíritu único de Rosario, una ciudad que resplandece en el corazón de Argentina.
La ciudad vio nacer a estas estrellas entre sus parques, sus imponentes monumentos y una costanera que es un epicentro de vida social y una profunda pasión por la cultura y el deporte. Alrededor de 1 millón y medio de turistas llegan cada año en busca de nuevas experiencias, y las encuentran: mañanas activas en lugares clave como el Monumento Nacional a la Bandera, tardes en las barrancas del río Paraná o sus aguas, y noches de diversión inagotable en boliches y bares.
Veamos algunas recomendaciones de actividades turísticas y cosas para hacer en Rosario. Vas a encontrar opciones para recorrer el centro y sus atractivos, navegar en el Paraná, ver la ciudad desde el aire y escaparte a conocer joyas cercanas.
City tour en Rosario: descubriendo el corazón de la ciudad
Nuestra propuesta para conocer el corazón cultural, económico, educativo, financiero y de entretenimiento de Rosario es un recorrido privado de medio día. Esta excursión se dirige a los puntos neurálgicos con paradas estratégicas en las principales atracciones turísticas: plazas con historia, museos llenos de arte y monumentos que evocan el pasado y el presente de la urbe.
El Monumento Nacional a la Bandera es la parada obligatoria, y también el mejor punto de partida. Concebido por los arquitectos Alejandro Bustillo y Ángel Francisco Guido, y los escultores Alfredo Bigatti y José Fioravanti, esta obra maestra es un conjunto escultórico que simboliza la nave de la Patria, surcando las aguas del mar de la eternidad en búsqueda de un destino glorioso.
Inaugurado en 1957, el monumento es un ícono de arte y patriotismo, ofreciendo vistas panorámicas del río Paraná desde su torre. Es un lugar donde la historia argentina cobra vida y la magnitud de la nación se siente con cada paso.
El camino continúa hacia el Santuario Basílica Catedral de Nuestra Señora del Rosario. Esta basílica menor, dedicada a la patrona de la ciudad, la Virgen del Rosario, tiene sus orígenes en la construcción de 1731, aunque su apariencia actual es resultado de varias alteraciones. Su altar principal confeccionado en mármol de Carrara es una muestra de la riqueza artística y la devoción que caracterizan a este templo.
A continuación toca la Plaza 25 de Mayo, el corazón cívico de Rosario. Su nombre alude a la fecha de la Revolución de Mayo, que marcó el inicio del primer gobierno local argentino en Buenos Aires y, por extensión, el camino hacia la independencia. La plaza está rodeada de edificios históricos como el Palacio de los Leones (sede de la Municipalidad) y el Palacio de Correos.
La próxima visita es al Teatro El Círculo, uno de los principales teatros de ópera de la ciudad. La acústica de su sala principal es excepcional, y en ella resuenan notas de las compañías líricas más importantes del mundo, que sonaron desde su inauguración en 1904. Tiene capacidad para 1500 personas y un programa cultural de primer nivel.
A pocas cuadras del teatro espera el Paseo del Siglo, una sección del centro histórico de Rosario que concentra edificios de gran valor arquitectónico y comercial, reflejo del auge económico de la ciudad a fines del siglo XIX y principios del XX. Entre otras construcciones impactantes destaca el de la Bolsa de Comercio, fundada el 18 de agosto de 1884.
El paso siguiente es el Bulevar Oroño, flanqueado por sus famosas mansiones y edificios de fines del siglo XIX y principios del XX. Su arboleda aceras amplias invitan a un paseo pausado, que permita apreciar la arquitectura señorial que caracterizó la época dorada de Rosario. Muchas de estas residencias han sido restauradas y convertidas en hoteles boutique, restaurantes o centros culturales.
Nuestra siguiente parada será el Museo de Bellas Artes Juan B. Castagnino. Esta institución cultural nació de la donación de la Sra. Rosa Tiscornia de Castagnino a la Municipalidad de Rosario. El aporte fue en memoria de su hijo, Juan Bautista Castagnino, un destacado pintor, crítico de arte y coleccionista rosarino.
El recorrido sigue hacia el Parque España, un sector adyacente a la línea costera de la barranca del Paraná con vistas espectaculares del río y el puente Rosario-Victoria. Muy cerca se encuentra el Parque Independencia, el primero de la ciudad, inaugurado el 1 de enero de 1902. Con sus senderos arbolados, el Rosedal, el Jardín Francés y su lago, es un pulmón verde fundamental para la ciudad y un espacio de recreación para todas las edades.
Rosario desde el cielo: Una perspectiva única
La gente de Rosario siente un profundo orgullo por su ciudad, y no hay mejor manera de apreciar su magnitud que desde el cielo. La experiencia más emocionante para llegar a este punto de vista es el bautismo de vuelo en avioneta por el cielo de Rosario.
La aventura empieza con el traslado al Aeródromo de Cañada de Gómez, a unos 70 kilómetros de la ciudad. Una vez en la base de vuelo, toca una breve explicación sobre las instrucciones de seguridad antes de embarcar en el avión.
Durante un vuelo de aproximadamente 1 hora y 10 minutos, la aeronave sobrevuela el río Paraná, el Monumento Nacional a la Bandera y el majestuoso puente Rosario-Victoria. Desde esta altura se pueden observar y reconocer los mejores atractivos, monumentos y la vasta región circundada por el río Paraná.
Navegando el Paraná en un velero: Aventura y serenidad
Dos horas de navegación en un velero por el río Paraná es la experiencia perfecta para conocer los alrededores fluviales de Rosario y deslumbrarse con sus atracciones naturales. Este paseo en velero incluye bebidas de cortesía y la mejor guía para relajarse frente a una perspectiva diferente del río y la ciudad.
Después de ser recogidos en sus hoteles del centro de Rosario en el horario de su preferencia y según disponibilidad, los participantes son trasladados al puerto de Rosario en un vehículo privado. Tras recibir las instrucciones de seguridad, se embarca en el velero con el capitán (skipper), dando inicio a una navegación única de dos horas. Se navega por el Río Paraná Grande, el sexto río de llanura más importante del mundo.
Las rutas pueden variar según las condiciones del viento, lo que añade un elemento de aventura a la experiencia. Se disfruta de las vistas de Rosario, paseando por el río y aprovechando este momento especial, que combina la emoción de la navegación a vela con la serenidad del entorno fluvial.
Qué lugares visitar cerca de Rosario
Aunque la vida urbana y fluvial de Rosario es encantadora, su entorno regional también invita a explorar la riqueza histórica, natural y cultural de la provincia de Buenos Aires y Entre Ríos. Dos de las opciones más atractivas y accesibles desde Rosario son San Nicolás de los Arroyos y Victoria. La distancia de aproximadamente una hora de viaje en vehículo particular o mediante servicios de transporte interurbano hace posible visitar ambas en excursiones de día completo.
San Nicolás, ubicada a unos 70 kilómetros al sur, aparece como centro de peregrinación mariana, atrayendo a miles de fieles anualmente al Santuario de la Virgen del Rosario. A la misma distancia, pero cruzando el imponente puente Rosario-Victoria sobre el vasto delta del Paraná, se encuentra Victoria, conocida como la "Ciudad de las Siete Colinas". Este destino entrerriano cautiva con sus paisajes ondulados, termas, museos y un mercado de artesanías que refleja la creatividad local.
Veamos, en detalle, qué te espera en estos lugares.
Día en San Nicolás: un encuentro con la fe y la historia
Una excursión por el día a San Nicolás de los Arroyos desde Rosario es el plan perfecto para comprender por qué los fieles peregrinan a las zonas donde se han registrado numerosas apariciones de la Virgen María desde 1984. La excursión incluye la Catedral y los sitios más emblemáticos relacionados con este fenómeno religioso.
Ubicada a orillas del río Paraná, la ciudad se encuentra a aproximadamente dos horas de Buenos Aires y a solo media hora de Rosario. Al llegar a San Nicolás se nota cómo el paisaje fue transformado durante los últimos 50 años por la industria siderúrgica, que hasta entonces había definido la identidad "material" de la ciudad.
A partir de 1984, una serie de apariciones marianas dio origen a un movimiento religioso que hoy es un sello distintivo de San Nicolás. Cada 25 de septiembre, cientos de miles de fieles se dan cita en el Santuario de la Virgen, convirtiendo la ciudad en un punto de encuentro de devotos.
Uno de los puntos históricos más curiosos es la Casa del Acuerdo, construida en 1831, que hoy funciona como museo y cuenta con una biblioteca contigua. En esta casa, en mayo de 1852, los representantes de las provincias, convocados por el General Urquiza, firmaron el pacto que sentó las bases de la Constitución Argentina.
Por su parte, el Teatro Municipal Rafael de Aguiar es una parada cultural imprescindible para los amantes de la música y las artes escénicas. Fue inaugurado en 1908 y todavía es conocido como el "Pequeño Colón".
Finalmente, la Catedral de San Nicolás es el destino de miles de peregrinos que desde 1983 llegan al Santuario de María del Rosario. El fenómeno mariano se celebra con mayor fervor el 25 de septiembre, pero cada 25 de mes se realiza una procesión con la Imagen de la Virgen, manteniendo viva la fe y la devoción en la ciudad.
Escapada a Victoria, la ciudad de las siete colinas
Siguiendo el curso del río Paraná, se llega a Victoria, conocida como la "Ciudad de las Siete Colinas". Visitarla es animarse más allá de los circuitos convencionales, adentrándose en las tierras entrerrianas. Victoria es famosa por sus museos, su mercado de artesanías y sus singulares islas, cuyas playas fluviales son ideales para la diversión familiar en la región. El majestuoso puente Rosario-Victoria es una obra de ingeniería que conecta ambas orillas, ofreciendo un viaje escénico a través del vasto delta.