Ya que sea un arcoiris plasmado en la tierra la convierte en una de las curiosidades más atractivas del mundo. Pero la Montaña de los 7 Colores de Cusco esconde detalles únicos que no todos conocen, y que la convierten en un verdadero espectáculo natural del Perú.
No en vano una de las revistas más reconocidas del mundo incluyó este lugar en la lista de desitnos a conocer antes de morir. Desde su formación geológica hasta su conexión con las tradiciones locales, la convierten en mucho más que un lugar para una buena foto.
Si ya te decidiste y estás planificando tu viaje a la capital peruana, el tour a la Montaña Arcoiris de Cusco de Tangol es una opción ideal para visitar esta atracción. Incluye traslados incluidos y guia especializada.
A continuación, 7 curiosidades de este gigante de los Andes peruanos:
1. Un arcoíris formado por minerales
La magia de la Montaña de los Siete Colores es el resultado de millones de años de erosión y sedimentación. Estamos hablando de una formación que se desarrolló entre unos 65 a dos millones de años.
Cada color representa minerales diferentes: el rojo proviene del óxido de hierro, el amarillo del azufre y el verde de compuestos de cobre, entre otros. También vas a ver algo de fucsia, turquesa, lavanda y dorado.
2. Un destino a la altura
Está situada a más de 5,200 metros sobre el nivel del mar. Para que tengas una idea, Machu Picchu se encuentra a 2,430 metros. Por eso, es clave que te prepares con una buena alimentación y otros recaudos. Eso sí, cada paso vale la pena.
3. El lienzo natural que casi se pierde
No siempre estuvo protegida. En 2018, Vinicunca estuvo bajo la amenaza de convertirse en una zona minera. Fue la presión de las comunidades locales y el turismo lo que ayudó a preservar este tesoro como un área protegida. Gracias a este esfuerzo, el "arcoiris en la tierra" sigue siendo un orgullo peruano?.
4. Un hogar sagrado
Para las comunidades andinas, Vinicunca es más que un espectáculo visual. Es un apu o “espíritu sagrado” de la montaña. Los habitantes realizan ofrendas a la Pachamama (Madre Tierra) como muestra de respeto. Por eso, las visitas turísticas también implican una experiencia cultural y espiritual.
5. Nunca será la misma dos veces
No importa cuántas veces la visites, la Montaña de los Siete Colores siempre tendrá algo nuevo que ofrecer. Después de las lluvias, los colores se ven más suaves, mientras que los días soleados los intensifican. Incluso los tonos pueden variar dependiendo de la hora del día.
6. Es mucho más que colores
La distancia de Cusco a la Montaña Arcoiris es de unos 140 kilómetros. El camino de ruta a la montaña se atraviesa en 3 horas, pero está lleno de vida. Durante el paseo es común ver pastores llevando a sus alpacas, comunidades locales con vestimentas tradicionales y mercados autóctonos. Esta mezcla de naturaleza y cultura hace que el viaje sea tan enriquecedor como el destino mismo.
7. Reconocida entre los imperdibles del mundo
En agosto de 2017, la Montaña de los Siete Colores apareció en la lista de 100 lugares que hay que visitar antes de morir de Business Insider. El ranking fue realizado por un grupo de reconocidos expertos en viajes.
La popularidad de este lugar creció en los últimos años. Con el paso del tiempo, Vinicunca demuestra que es más que un destino turístico: es una experiencia que combina naturaleza, cultura y aventura. ¿Listo para dejarte sorprender por este arcoiris terrenal?