Día 1: Llegada a Purmamarca – Tarde Libre
Al llegar a Purmamarca, los pasajeros se trasladan por cuenta propia hasta el alojamiento. Tras realizar el check-in en El Refugio de Coquena, se dispone de la tarde libre para comenzar a explorar este pequeño pueblo andino a su propio ritmo. Recomendamos visitar la feria de artesanías ubicada en la plaza principal, ideal para apreciar y adquirir tejidos, cerámicas y productos locales elaborados por artesanos de la región. Otra opción imperdible es realizar el famoso Paseo de los Colorados, un circuito de aproximadamente tres kilómetros que bordea el Cerro de los Siete Colores y ofrece vistas inolvidables del entorno natural. Al atardecer, la luz del sol tiñe las montañas con matices cálidos, creando un espectáculo visual que marca el comienzo perfecto de esta experiencia.
Noche en El Refugio de Coquena.
Día 2: Excursión al Mirador El Hornocal (Cerro de los 14 Colores)
Después del desayuno, comienza una jornada de exploración profunda por la Quebrada de Humahuaca, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El recorrido atraviesa algunos de los pueblos más tradicionales de la región, con paradas estratégicas para disfrutar del paisaje y la historia.
La primera parada será en Uquía, un pequeño pueblo conocido por su iglesia del siglo XVII, que resguarda una valiosa colección de pinturas de ángeles arcabuceros pertenecientes a la Escuela Cuzqueña. Luego se continúa hacia Humahuaca, donde el viajero tendrá tiempo libre para almorzar (no incluido) y recorrer sus calles empedradas, visitar la iglesia principal y conocer el imponente monumento a los Héroes de la Independencia.
El punto culminante del día es la visita al Mirador El Hornocal, situado a más de 4.300 metros sobre el nivel del mar. El camino hasta allí transcurre por una ruta de cornisa escénica que atraviesa paisajes de altura. Desde el mirador se contempla el majestuoso Cerro de los 14 Colores, una formación montañosa que despliega una paleta cromática única en el mundo. Es, sin duda, uno de los paisajes más impactantes del norte argentino.
Noche en El Refugio de Coquena.
Día 3: Excursión de Día Completo al Valle de Iruya
Luego del desayuno, salimos en dirección norte para emprender una travesía escénica hacia uno de los rincones más encantadores y aislados de la región: Iruya. El viaje, de día completo, atraviesa montañas y valles que parecen suspendidos en el tiempo, alcanzando alturas superiores a los 4.000 metros antes de descender por caminos de cornisa hasta llegar al pueblo.
Iruya se encuentra literalmente enclavado en la montaña, con sus casas de adobe colgadas en laderas abruptas y sus callejones empedrados que invitan a perderse y descubrir. Durante la visita, se recorrerá su pequeña iglesia colonial, se conocerá el mercado local y se disfrutará de un ambiente sereno, casi mágico. En el camino de ida o regreso también se visitan los caseríos de Iturbe y el mirador de Abra del Cóndor, desde donde se obtienen vistas panorámicas inigualables del valle.
Esta excursión no solo ofrece paisajes deslumbrantes, sino también la oportunidad de conectarse con la cultura viva de los pueblos originarios y entender la forma de vida en uno de los lugares más remotos de Jujuy.
Noche en El Refugio de Coquena.
Día 4: Salinas Grandes – Fin del Tour
Después del check-out, comienza la última excursión del viaje, pero no por eso menos impactante. En esta ocasión nos dirigimos a las impresionantes Salinas Grandes, uno de los paisajes más fotografiados y admirados del altiplano argentino.
El trayecto incluye la ascensión por la espectacular Cuesta de Lipán, una ruta serpenteante que trepa hasta los 4.170 metros de altitud, regalando postales inolvidables en cada curva. Al llegar a las salinas, el viajero se encuentra con un inmenso mar blanco que parece no tener fin. Aquí se dispone de tiempo libre para caminar sobre el salar, tomar fotografías y conocer el proceso artesanal de extracción de sal que aún se mantiene activo.
Antes de regresar a Purmamarca, se realiza una parada en Puesto Sey, una pequeña comunidad rural donde es posible conocer más sobre la vida en la Puna jujeña y degustar productos regionales como quesos de cabra o dulces artesanales (opcional).