Es el restaurante más antiguo de El Calafate y mantiene su estilo de bodegón.
La especialidad de la casa es el Cordero Patagónico al asador o a la cruz, aunque no se pueden subestimar las recetas con carnes de vacuno: lomos, bifes y vacío. Otro imperdible, son las mollejas con crema roquefort y papas. También hay otros manjares a la parrilla como la trucha y el salmón con hierbas.
No hay que dejar de probar las provoletas, la lengüita de cordero y la liebre patagónica en escabeche. ¿De postre? El tiramisú de autor.