Es un excelente punto de encuentro para los amantes de la cocina tradicional peruana y de los sabores nikkei.
La experiencia de este restaurante es “a carta cantada”, es decir, el mozo se acerca a la mesa y describe los diferentes platos nikkei y de la culinaria criolla peruana que rotan a diario.
Sin embargo hay algunos clásicos que nunca cambian, como el ceviche tradicional o de salmón rosado con leche de tigre de rocoto, el chicharrón de pescado, el lomo saltado, la pollada (pollo deshuesado a la plancha bañado en salsa anticuchera, con papas y ensalada), el arrocito meloso de tinta de calamar (con chipirones y langostino ecuatoriano a la plancha en salsa anticuchera), entre otros.
Para los que les gustan los dulces, dos platos que siempre están son una torta de chocolate con ganache peruano y el dúo de lúcuma bañado en chocolate y café.
En cuanto a su propuesta de coctelería, entre opciones a base de pisco y cócteles de autor entre los que se destaca el favorito de la casa, Golden Gin (pisco, gin macerado en cardamomo, jugo de lima, almíbar y zumo de ananá).