La experiencia comienza en La Cumbrecita, un pueblo alpino reconocido por su estilo alpino y su atmósfera de montaña. Tras cruzar el puente de ingreso y recorrer su casco histórico, se toma el sendero hacia el Cerro Wank, un punto panorámico situado a 1.620 metros sobre el nivel del mar.
El ascenso, con un desnivel de 260 metros, se desarrolla por senderos rodeados de vegetación nativa y miradores naturales. La llegada a la cumbre recompensa el esfuerzo con una vista espectacular de las sierras, el valle y el horizonte que se tiñe de colores únicos al atardecer.
Desde lo alto, la caminata desciende hasta el arroyo Wildbach, un paraje natural que marca el inicio de la segunda parte de la aventura. Al caer la noche, comienza la exploración subterránea, adentrándose en una caverna bajo la guía de expertos.
Durante los 80 metros de recorrido en el interior, el silencio y las formaciones rocosas generan una atmósfera fascinante, perfecta para quienes buscan algo diferente. La actividad se desarrolla en condiciones seguras, con el equipamiento y acompañamiento necesarios para disfrutarla plenamente.
El regreso se realiza por el mismo camino, completando así un circuito de aproximadamente 8 kilómetros y 380 metros de desnivel positivo, que combina naturaleza, desafío y descubrimiento en un entorno serrano incomparable.