Viví una experiencia inolvidable en el corazón del Parque Nacional Los Glaciares, combinando navegación, trekking y el imponente contacto visual con uno de los paisajes más sobrecogedores de la Patagonia: el Glaciar Viedma, el más extenso de la Argentina.
La jornada comienza en el Puerto Bahía Túnel, ubicado a solo 18 km de la ciudad de El Chaltén, reconocida como la capital nacional del trekking. Desde allí zarpamos en una navegación escénica por el Lago Viedma, cuyas aguas color turquesa reflejan la inmensidad de la cordillera.
Durante los primeros tramos del recorrido, la embarcación avanza lentamente bordeando la costa sur de la bahía, lo que permite apreciar de cerca la majestuosidad del Macizo Huemul, una de las montañas más emblemáticas del sur andino. Su presencia domina el paisaje y anticipa la grandeza de lo que está por venir.
Tras aproximadamente 40 minutos de navegación, arribamos a la Bahía Cabo de Hornos, donde comienza una caminata de baja dificultad. El sendero serpentea entre formaciones rocosas y vegetación nativa hasta llegar a un mirador natural en la Península Cabo de Hornos. Desde este punto panorámico, el visitante puede contemplar la Bahía de los Témpanos, un espectáculo visual donde enormes bloques de hielo se desprenden y flotan lentamente sobre el lago, mientras el viento patagónico acentúa el silencio y la inmensidad del entorno.
Luego de disfrutar de este momento de conexión plena con la naturaleza, regresamos a la embarcación para vivir el encuentro más esperado: el acercamiento al frente del Glaciar Viedma. A medida que el barco se aproxima, las dimensiones del glaciar comienzan a revelarse en todo su esplendor. Las paredes de hielo de hasta 40 metros de altura exhiben tonalidades que van del blanco puro al azul profundo, en una danza de luces y reflejos única.
Durante este tramo, el guía especializado comparte información sobre la formación, movimiento y evolución del glaciar, permitiendo comprender la magnitud de este coloso de hielo que forma parte del Campo de Hielo Patagónico Sur, uno de los reservorios de agua dulce más importantes del planeta.
Finalmente, emprendemos el regreso al puerto, con la sensación de haber explorado uno de los lugares más fascinantes de la Patagonia. Esta travesía combina la serenidad de la navegación con la emoción de descubrir paisajes prístinos, convirtiéndose en una propuesta ideal para quienes buscan vivir la Patagonia de forma activa, sin exigencias físicas extremas, pero con la intensidad de una experiencia auténtica y natural.
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