Cuando uno se adentra en la majestuosa Sala Principal de El Círculo, la primera impresión es, sin duda, su acústica. No es una casualidad; es el resultado de un diseño meticuloso, una ciencia aplicada al arte que ha permitido que las voces más sublimes y las orquestas más potentes resuenen con una definición que pocos teatros en el mundo pueden igualar.
Desde su inauguración en 1904, este escenario ha sido el epicentro de la lírica, y todavía hoy recibe a a las compañías de ópera más renombradas del mundo. Hubo épocas doradas donde Rosario vibraba al compás de una ópera distinta cada día, un testimonio de la riqueza cultural que esta ciudad portuaria abrazó con entusiasmo.
A continuación, vamos a repasar la historia y las cualidades que hacen de esta sede un patrimonio cultural e histórico rosarino y argentino. Antes vas a encontrar recomendaciones para tu viaje a la ciudad y opciones de actividades y tours en Rosario, todas compatibles con tu visita al teatro.
¡Empecemos!
Cómo visitar el Teatro El Círculo en Rosario
Una visita guiada, asistir a una función, explorar sus museos o simplemente admirar su imponente arquitectura. Cada opción vale la pena.
Imaginá, al caer la tarde, pasear por la ribera del Paraná después de una visita al teatro, observando los barcos que navegan y el perfil de la ciudad iluminado. O quizás, antes de la función, disfrutar de la gastronomía rosarina en uno de los muchos restaurantes cercanos.
Rosario es una ciudad que invita a ser explorada, y este teatro emblemático es una de sus gemas más relucientes. Por eso, visitar el Teatro El Círculo en un city tour por Rosario hace que el plan cobre una dimensión diferente. Está ubicado en pleno centro de la ciudad, punto ideal para explorar otros atractivos turísticos. A pocos pasos está la peatonal Córdoba, repleta de comercios y cafés, y el imponente Monumento Nacional a la Bandera se encuentra a una distancia caminable.
Nuestro paseo al mediodía propone un recorrido por esos y otros sectores y atractivos como la Basílica Catedral de Nuestra Señora del Rosario, la Plaza 25 de Mayo, el Paseo del Siglo, parte del centro histórico de la ciudad de Rosario y la Bolsa de Comercio. Podés optar por el paseo con guía en grupo, o bien por el city tour privado en Rosario.
Cómo es una visita guiada al Teatro El Círculo
Entre anécdotas y detalles históricos, expertos en la historia del teatro y la ciudad guían el ingreso a la majestuosa Sala Principal, los camarines, el escenario e incluso los fascinantes museos de Esculturas y de Arte Sacro.
Para aquellos interesados en los detalles arquitectónicos, es fascinante observar cómo el ingeniero alemán George Goldammer logró rectificar los planos originales de Cremona y Contri. El desafío no era menor, ya que debía adaptar una estructura ya iniciada, corrigiendo imperfecciones y asegurando que la sala cumpliera con los más altos estándares acústicos de la época.
El diseño interior del Teatro, con sus frescos y yeserías, evoca la opulencia de los teatros europeos del siglo XIX. Estos rasgos hablan del deseo de Rosario por emular a las grandes capitales culturales del mundo a principios del siglo XX. Por eso, no es solo un lugar donde se ven espectáculos; es un espacio que puede transportate a otra época, en la que el arte era el centro de la vida social y cultural.
Para aquellos que deseen sumergirse en la experiencia artística completa, asistir a una de las funciones programadas es, sin duda, la mejor manera de apreciar la legendaria acústica y la vibrante atmósfera del teatro. La oferta cultural de El Círculo es variada: abarca desde ópera y ballet hasta conciertos sinfónicos y espectáculos de música popular. Las entradas pueden adquirirse directamente en la boletería del teatro, ubicada en la calle Laprida 1223, en horario comercial. También se puede comprar boletos online a través de su sitio web oficial o de plataformas oficiales de venta de entradas.
Historia del Teatro El Círculo
La historia de El Círculo es tan fascinante como las obras que se representan en su interior. En 1888, la Sociedad Anónima Teatro La Ópera concibió un sueño ambicioso: construir un gran teatro lírico. Se lanzó un concurso de proyecto preliminar, y la obra fue adjudicada a los arquitectos Cremona y Contri.
Sin embargo, los problemas económicos aparecieron rápido. La construcción se interrumpió cuando apenas se había levantado el primer piso, dejando una estructura de ladrillos a medio terminar. Una promesa inconclusa en el corazón de la ciudad. Este esqueleto se convirtió en un refugio para los desamparados y, con el tiempo, las leyendas urbanas lo bautizaron como "La Cueva de los Ladrones". De sus laberintos y recovecos nacieron historias misteriosas que alimentaron la imaginación popular.
Fue en 1889 cuando el empresario Emilio O. Schiffner adquirió la sociedad y, advirtiendo el potencial latente en esa estructura, decidió concluir la obra. Para ello, contrató al ingeniero Goldammer, un especialista en acústica, quien rectificó los planos originales para asegurar la perfección sonora que se conserva hasta hoy. La ejecución de la obra quedó a cargo de la empresa constructora Bianchi, Vila y Cía. Artistas de la talla de Luis Levoni y Beloti se encargaron de las yeserías interiores y exteriores, así como de los frescos que adornan la boca del escenario, dotando al teatro de una opulencia que lo distingue.
Finalmente, en 1904, el telón se alzó por primera vez. Y si hablamos de telones, el de El Círculo merece una mención especial. Fue pintado por Giuseppe Carmignani, quien reprodujo con maestría la obra de Giovanni Battista Borghese en el Teatro Regio de Parma de 1824. Esta impresionante pintura representa la Victoria de la Sabiduría, situando a los dioses del Olimpo en un espacio ideal, invitándonos a la reflexión y la elevación espiritual incluso antes de que comience la función.
Teatro El Círculo como patrimonio cultural y arquitectónico
Una de las figuras más legendarias que pisó este escenario fue nada menos que Enrico Caruso. Imaginen la resonancia de su voz inmortal en esta sala, un eco que, de alguna manera, aún parece flotar en el aire. El Círculo no es solo un teatro; es un compendio de las artes y tradiciones que han florecido en Rosario. Ha sido el hogar de la lírica, de grandes directores y orquestas que han visitado la ciudad, consolidando su reputación como un faro cultural en la región.
Más allá de su arquitectura neoclásica y su rica historia, El Círculo es un teatro vivo, un motor cultural que sigue funcionando a pleno rendimiento. En 2004 fue reconocido en el Congreso Internacional de la Lengua Española, un testimonio de su importancia no solo como espacio artístico, sino como custodio de la palabra y la expresión.
En el subsuelo se encuentra un fascinante Museo de Esculturas, un espacio donde el arte tridimensional cobra vida, ofreciendo una perspectiva diferente sobre la creatividad. Además, el teatro alberga el Museo de Arte Sacro, que invita a la contemplación y al estudio de piezas de gran valor histórico y artístico.