Vive una experiencia inigualable en el continente más remoto y fascinante del planeta. Esta expedición combina la comodidad de volar sobre el turbulento Paso Drake con la emoción de navegar entre icebergs gigantes, fiordos helados y paisajes que desafían la imaginación. A bordo de un exclusivo barco de expedición, tendrás la oportunidad de explorar la Península Antártica en profundidad, acompañado por un equipo de guías expertos y en compañía de una pequeña comunidad de viajeros. La Antártida te espera con su silencio absoluto, su vida salvaje y su belleza intacta.
Día 1: Bienvenida en Punta Arenas
La aventura comienza en Punta Arenas, Chile. Al llegar antes de las 14:00 hrs, serás recibido y trasladado al hotel. Por la tarde, asistirás a una charla informativa en Explorers House para preparar tu viaje a la Antártida. Terminarás el día con una cena de bienvenida, compartiendo con tus futuros compañeros de expedición.
Día 2: Vuelo a la Antártida y embarque
Un vuelo de aproximadamente dos horas te llevará hasta la Isla Rey Jorge, en las Islas Shetland del Sur. Al aterrizar, comenzarás a sentir la inmensidad del continente blanco. Luego de pasar por las bases chilena y rusa, abordarás una Zodiac que te conducirá hasta el barco que será tu hogar flotante durante los próximos días.
Días 3 al 6: Exploración del continente blanco
Durante cuatro días completos, recorrerás algunos de los paisajes más espectaculares del hemisferio sur. Navegarás entre canales helados y bahías repletas de vida marina. Cada día, descenderás a tierra en Zodiac para explorar, avistar fauna y aprender de los guías polares. El itinerario es flexible y se adapta a las condiciones del clima y el hielo, asegurando una experiencia auténtica y segura.
Día 7: Regreso a Punta Arenas
Después de despedirte de la Antártida, tomarás el vuelo de regreso a Punta Arenas. Al llegar, te trasladarás nuevamente al hotel. Las comidas en este día son por cuenta propia.
Día 8: Fin de la expedición
Tras el desayuno, traslado al aeropuerto para continuar tu viaje o regresar a casa, llevándote el recuerdo imborrable de una aventura polar.