Lugar de encuentro dominado por el sol
La Hacienda de Molinos es la posta obligada en la vuelta a los Valles Calchaquíes.
La antigua casona del S XVIII, que fuera residencia del último gobernador de Salta por mandato del Rey, ha sido restaurada para brindar el confort de un hotel del SXXI, manteniendo la esencia y rasgos de la época colonial.
El patio del molle, los gruesos muros de adobe, las rejas de hierro y los techos, construidos con algarrobo y cañizo, son sólo algunos encantos del hotel, que imponen su carácter remontándonos al pasado.
Molinos formó parte del Camino del Inca, fue testigo del encuentro de razas, de pueblos, de raíces y de sentidos. Hoy sus callecitas, iluminadas por faroles, acumulan en silencio parte de esa historia.
Molinos tiene su historia, viva en la Hacienda parte de la suya.
El cielo y el paisaje alimentan el alma, del resto nos encargamos nosotros
Al restaurar la antigua Hacienda, conservamos la tranquilidad del altiplano, las buenas maneras de los vallistos y agregamos los siguientes servicios.
Abierto todo el año
Restaurante con cocina de autor y recetas de siempre.
Selecta carta de vinos
Asesoramiento turístico
Pileta con vista al Nevado de Cachi
Salón de usos múltiples para eventos
Conexión a Internet (modem 3G para huéspedes)
Juegos de mesa
Estacionamiento
Depósito de equipaje
Museo en remodelación
El silencio y la historia están incluidos en el servicio de nuestras habitaciones
Las 18 habitaciones de la Hacienda de Molinos están repartidas en las categorías superiores y estándar. Las mismas cuentan con calefacción y baño en suite, equipado con bañera, ducha y secador de pelo.
Las habitaciones estándar están distribuidas en el patio del molle y en el segundo solar de la Hacienda. Desde la ventana, se puede disfrutar el río Calchaquí y los cerros pardos rojizos que se imponen en el horizonte.
En las superiores, la rusticidad de los materiales contrasta con los detalles de diseño. El lujo está dado por el buen gusto de sus muebles, elaborados por artesanos de la región, exclusivamente para el hotel.
Al igual que los dormitorios del SXVIII, las habitaciones del hotel son amplias, los techos son de caña y los tirantes, apenas canteados, están a la vista.
Sabores de siempre y recetas auténticas
En Molinos podrá volver a disfrutar las recetas y los sabores de siempre, recetas de campo, elaboradas con productos de la región, con la personalidad de la cocina de autor y la autenticidad de las cocineras de la Hacienda. En la carta de vinos, seleccionamos las mejores etiquetas de los Valles Calchaquíes.
La propuesta gastronómica incluye comida regional, platos con ingredientes andinos, recetas clásicas, y la cocina del mundo. Las empanadas y el pan de la Hacienda de Molinos se elaboran en el horno de barro, como solía hacerse en la época colonial.