Viajar a Villa de Leyva es volver a lo esencial. Este pueblo colonial ubicado en el corazón de Boyacá ha logrado conservar su identidad con el paso del tiempo. Su arquitectura de calles empedradas, casonas blancas y montañas silenciosas atrae a viajeros que buscan historia, calma y autenticidad. Ya sea en un fin de semana o en una estadía prolongada, Villa de Leyva te ofrece una combinación perfecta de cultura, naturaleza y experiencias locales.
Llegar es fácil, quedarse es inevitable
Para quienes se preguntan cómo llegar a Villa de Leyva desde Bogotá, la respuesta es sencilla. Hay varias rutas posibles, pero la más común es por carretera, en un trayecto de aproximadamente tres horas. Puedes ir en tu propio coche, en bus intermunicipal o unirte a una excursión a Villa de Leyva desde la capital. Esta es una buena opción si prefieres viajar sin preocuparte por la logística.
A medida que avanzas, el paisaje cambia con suavidad. Los cerros se vuelven más cercanos, el ritmo del viaje disminuye. Al llegar, hay algo que se siente de inmediato: el tiempo parece desacelerarse, la mirada se detiene más, y todo invita a ir más despacio.
No hace falta apurarse. Estás en Villa de Leyva, donde el entorno te guía sin decir palabra.
Primer contacto con el pueblo
En el corazón del pueblo está la Plaza Mayor Villa de Leyva, una de las más grandes de América Latina. Es el punto de partida de casi todo. Desde allí nacen las calles adoquinadas, los museos, los cafés y los recorridos que revelan su historia. Una forma perfecta de comenzar es con un walking tour por Villa de Leyva, ideal para conocer los relatos que se esconden tras las fachadas, los personajes que marcaron su identidad y los secretos que solo los guías locales saben contar.

Naturaleza, fósiles y experiencias diferentes
Villa de Leyva también se revela en sus contrastes. Muy cerca del casco urbano, el paisaje cambia por completo: entre montañas aparecen antiguas huellas del pasado geológico de la región. El Desierto de Villa de Leyva y sus formaciones rocosas invitan a descubrir otro rostro del destino.
En este recorrido guiado, el camino pasa entre fósiles marinos y caminos secos. Es un viaje en el tiempo. La geografía cuenta historias de millones de años.
A unos minutos del desierto se encuentra uno de los fósiles más impresionantes hallados en Colombia: el cronosaurio del Museo El Fósil, una especie marina prehistórica de más de 120 millones de años, descubierta en la región por campesinos locales. Esta pieza central convierte al museo en una parada imprescindible para quienes desean entender la dimensión paleontológica del destino.
Parques temáticos y vida silvestre
Para las familias, o quienes viajan con niños, hay una parada que nunca falla: el Tour al Parque Gondava y la Granja de las Avestruces. En Gondava, los dinosaurios a escala real conviven con jardines temáticos, puentes colgantes y espacios diseñados para que el aprendizaje sea también una experiencia visual y divertida.
En pocos minutos, la granja te permite ver avestruces de verdad. Puedes alimentarlas y aprender sobre su crianza. También conocerás su comportamiento y cómo se adaptan al clima de Boyacá. Es un plan ideal para un día completo de conexión con la naturaleza, ideal para todas las edades.
Sabores y saberes tradicionales
Pero no todo es historia antigua o vida salvaje. La región también guarda espacios donde la tradición rural sigue viva, como en el tour guiado al Molino La Primavera y el Huerto Olivanto. Aquí, en un entorno rodeado de campos y vegetación, los visitantes pueden conocer de cerca el proceso de la molienda artesanal del trigo, ver en funcionamiento un molino de más de un siglo de antigüedad y descubrir cómo se cultivan olivos en el altiplano boyacense.
El recorrido termina con degustaciones de aceites, mermeladas y productos hechos con recetas locales. Es una experiencia tranquila y sensorial, ideal para quienes buscan planes diferentes, sostenibles y llenos de valor cultural.

La vida en finca y la aventura en el campo
A pocos minutos del casco urbano, las fincas en Villa de Leyva ofrecen hospedajes únicos para descansar rodeado de naturaleza. Algunas están ubicadas entre montañas, otras en zonas más cálidas, todas con algo en común: tranquilidad, paisaje y conexión con lo esencial. Desde allí se puede salir a recorrer los alrededores o simplemente quedarse a disfrutar del silencio y el cielo abierto.
Para los que prefieren la adrenalina, el plan es claro: el tour Villa de Leyva 4x4. Incluye paseo en cuatrimotos, entrada al Parque de Aventuras Magiaventura, actividades como bicicletas aéreas y tirolesa, y un cierre perfecto con city tour en chiva por el pueblo. Ideal para grupos, parejas o familias que buscan una mezcla entre emoción y tradición.
Arte, pueblos y cultura boyacense
Villa de Leyva centro de Colombia no solo es un destino en sí mismo. Es también el punto de partida para descubrir otras joyas del altiplano.
Puebliando por Boyacá, puedes visitar los mejores pueblos cerca de Villa de Leyva. Paipa es famosa por sus aguas termales. Iza es ideal para probar postres deliciosos. Cuitiva tiene una rica historia indígena.
El Lago de Tota es impresionante y tiene la famosa Playa Blanca. Nobsa es conocida por sus ruanas. También puedes visitar el encantador Pueblito Boyacense, que muestra toda la arquitectura regional en un solo lugar.

Cultura hecha a mano
Para quienes quieren profundizar en los oficios y la creatividad local, experiencias de cultura y artesanía boyacense los conectará con talleres, mercados y artesanos que mantienen vivas las técnicas tradicionales del barro, la lana, el cuero y el hierro forjado. Es una forma de entender Boyacá desde lo hecho a mano, desde lo que no pasa de moda.

Festival de Luces y la magia de diciembre
Cada diciembre, el pueblo se transforma. El Festival de Luces Villa de Leyva es uno de los eventos más esperados del año. Durante la noche del 7 y la madrugada del 8 de diciembre, faroles, velas y fuegos artificiales iluminan calles, plazas y balcones. Viajeros de todo el país y del mundo llegan para vivir esta celebración que marca el inicio de la Navidad con emoción y belleza.
Pero Villa de Leyva no necesita festivales para brillar. A lo largo del año hay ferias gastronómicas, mercados de productos locales, encuentros literarios y festivales de astronomía. Cualquier mes es buen momento para visitarla, siempre habrá algo nuevo por descubrir.
Villa de Leyva, centro de Colombia, es más que un destino turístico. Es una invitación a desconectarse, caminar sin prisa y redescubrir lo esencial. Cada rincón guarda una historia, cada experiencia despierta los sentidos, y cada visita deja ganas de volver.
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