Qué hacer en San Telmo de día

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  Luisa 14/11/2024

San Telmo, uno de los barrios más emblemáticos de Buenos Aires, tiene un encanto único. Sus calles de adoquines, arquitectura colonial y arte urbano le dan un aire bohemio que enamora a turistas y locales.

Si estás planeando una visita durante el día, acá van once recomendaciones de actividades para saber qué visitar en San Telmo y llevarte lo mejor de este clásico porteño.

1. Visitar el Mercado de San Telmo

El Mercado de San Telmo es el lugar perfecto para comenzar tu recorrido. Fundado en 1897, este mercado histórico alberga desde puestos de antigüedades hasta locales de comida típica y productos frescos.

Caminando por sus pasillos, podés encontrar objetos de colección, obras de arte y ropa vintage. Además, el mercado cuenta con bares y restaurantes donde podés probar clásicos argentinos como empanadas, choripán y vinos locales. Este es un lugar lleno de vida y un imprescindible en San Telmo.

Dos sugerencias: Si te gustan los recuerdos clásicos, en el mercado podes encontrar desde vinilos antiguos hasta adornos hechos a mano. Si estás con hambre, en el local Choripanería vas a encontrar el mejor choripán en Mercado de San Telmo, y uno de los más buscados de la ciudad.

2. Paseo por la Plaza Dorrego y sus alrededores

La Plaza Dorrego es el corazón de San Telmo y un sitio perfecto para disfrutar del ambiente bohemio del barrio. En esta plaza se instalan feria de artesanos, especialmente los fines de semana, cuando se instala la famosa Feria de San Telmo.

Aca podes encontrar desde joyas y accesorios artesanales hasta artistas callejeros y músicos en vivo que crean un ambiente inigualable. Durante la semana, la plaza es más tranquila y es ideal para disfrutar de un café una bebida en uno de sus bares históricos.

Dato interesante: San Telmo fue el barrio elegido por artistas y escritores, y por eso es considerado uno de los lugares más culturales y tradicionales de la ciudad.

3. Buscar arte urbano y murales de San Telmo

No hay quien busque este tipo de lugares en San Telmo y no termine con la sensación de que el barrio es un museo a cielo abierto. Caminando por sus calles te vas a cruzar con una gran cantidad de murales y grafitis que reflejan el espíritu creativo del barrio. 

Podés empezar la caminata por las calles Balcarce, Defensa y Chile para ver murales coloridos y retratos de figuras importantes del tango y la cultura argentina. Este paseo es perfecto para los amantes de la fotografía y el arte urbano.

4. Visitar el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (MAMBA)

El MAMBA es un templo para los amantes del arte contemporáneo, y visitarlo es sin duda una de las mejores cosas para hacer en San Telmo de día. El museo está ubicado en el corazón del barrio, y cuenta con exposiciones destacadas de artistas nacionales e internacionales.

La colección incluye pintura, escultura y fotografía. Es conocido a nivel internacional por su enfoque en el arte moderno y por ser un lugar de referencia en la escena cultural de Buenos Aires, con curadurías de altísimo nivel.

Horario: El museo abre de martes a domingo, y la entrada es gratuita para residentes de Buenos Aires.

 

5. Una parrilla tradicional para comer en San Telmo

San Telmo es famoso por sus parrillas y restaurantes tradicionales. A la hora del almuerzo, una de las mejores cosas que podés hacer es disfrutar de un asado en alguna de las parrillas clásicas del barrio. Entre las opciones recomendadas están La Brigada y El Federal, cada uno con su estilo propio y platos clásicos de la gastronomía argentina.

Estos restaurantes suelen tener un ambiente relajado, ideal para disfrutar de un bife de chorizo, morcilla y otros cortes argentinos. Consejo de gourmet: Probá chinchulines y provoleta, dos delicias que no te podes perder.

6. Galerías de arte y antigüedades en San Telmo

Además de su mercado y sus murales, San Telmo es conocido por sus tiendas de antigüedades y galerías. Caminando por Defensa y sus alrededores, podés encontrar muebles antiguos, espejos de época, cámaras retro y otros objetos únicos. Algunas tiendas también exhiben obras de artistas locales, desde pinturas hasta esculturas y fotografías.

Descubrí el Pasaje Defensa

El Pasaje Defensa es un secreto bien guardado de San Telmo. Este edificio del siglo XIX se ha transformado en un espacio cultural, con tiendas de arte, librerías y cafés. Caminando por este pasaje, podés imaginarte cómo era la vida en Buenos Aires en aquella época.

Sugerencia: Visitá el patio central del pasaje, donde suelen haber músicos tocando en vivo y exposiciones de arte al aire libre. 

Visitá la Galería Solar de French, la calle de los paraguas en San Telmo

El frente de esta construcción antigua conserva el estilo arquitectónico de comienzos del siglo XX. Se trata de la edificación donde nació, en 1774, Domingo French, uno de los hombres clave de la Revolución de Mayo de 1810 que comenzó el camino hacia la independencia argentina.

Hoy, la galería está abierta al público con locales de antigüedades y comercios. Las postales más famosas son durante el día, con la luz solar proyectando colores por el techo de paraguas que hace a este lugar tan popular entre turistas de todo el mundo. Además, en la planta alta funciona un restaurante con una de las mejores vistas a Plaza Dorrego.

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7. Caminar por el Parque Lezama

Al final de San Telmo, el Parque Lezama es un espacio verde donde podés hacer una pausa para descansar. Es uno de los parques más antiguos de la ciudad, con árboles centenarios y una atmósfera tranquila que invita a relajarse. El parque también la Iglesia Ortodoxa Rusa y el Museo Histórico Nacional, dos lugares llenos de historia y cultura.

Dato curioso: Según la leyenda, en este parque desembarcaron los primeros colonos de Buenos Aires en 1536.

8. Paseo por la Avenida Caseros de San Telmo

Del lado oeste del Parque Lezama, aproximadamente a la mitad del espacio verde, a la salida por Defensa del Museo Nacional, empieza la Avenida Caseros. Se trata de uno de los polos gastronómicos más pujantes de la ciudad, y al mismo tiempo no es tan frecuentado como los de Palermo, Recoleta u otros barrios destacados.

Del lado izquierdo del boulevard destaca la fachada del Edificio de los Ingleses, también conocido como Edificio Schindler en honor al ingeniero suizo Christian Schindler, quien lo construyó a pedido de Alberto Anchorena para otorgar viviendas al personal de los Ferrocarriles del Sur, a inicios del siglo XX.

A partir de 2007, emprendedores gastronómicos se instalaron en los locales de la planta baja. Con el tiempo, el polo de locales y restaurantes también se extendió a la vereda de enfrente. Algunos de los más pintorescos son:

Bar Nápoles de San Telmo

La fachada tradicional y discreta, de colores rojizos y luz tenue anticipa el buen gusto con el que está construido y decorado, pero no su tamaño: 2.000 metros cuadrados. En esa extensión se distribuyen las mesas del bar, su barra amplia y clásica y un decorado con artefactos antiguos de todo tipo, desde muebles, cuadros y chapas hasta autos de carreras.

La carta es amplísima, por lo que es ideal tanto para sentarse a tomar y picar algo como para probar un plato de gastronomía local con carne o pastas. Destaca también su coctelería de autor, con tragos variados y de primera calidad. Además, en algunos sectores se suelen instalar ferias de ropa vintage o exhibiciones de arte.

Patagonia Danuë

Un rincón ideal para hacer una pausa de café con pastelería de primera calidad o probar helados artesanales y chocolatería europea con fusión de gustos argentinos. También trabajan opciones tradicionales como sándwiches y minutas.

Los días soleados, esta esquina es perfecta para sentarse en una de las mesas de afuera y mirar el movimiento de la Avenida Caseros.

La Popular de San Telmo

Una opción popular y clásica de la zona, estilo bodegón, para comer bien y abundante. Es de esos lugares atendidos por mozos que llevan años entre las mesas y conocen bien el servicio. El menú es diverso: carnes, ensaladas, pastas, tortillas, omelettes, tartas y milanesas. Destacan sus platos principales y postres, además de cerveza, refrescos y vinos de calidad. Por eso es un buen lugar para ir a comer en familia.

Durante los fines de semana al mediodía suele estar más concurrido y no trabajan con reservas, así que conviene ir más temprano. También se puede pasar más tarde por un café y un tostado u opciones más ligeras.

9. Detenerse en alguna librería de San Telmo

Como todo buen barrio porteño, San Telmo es una buena zona para incorporar librerías a un plan de paseo. Lo destacable es que, al igual que su arquitectura y ordenamiento urbano, hay tiendas de libros que funcionan desde hace décadas, ¡o siglos! También hay librerías modernas, con catálogos actualizados e integradas al circuito editorial de la ciudad. Veamos dos joyas para los lectores curiosos:

Librería del Colegio

Es imposible no detenerse a observarla al pasar por la esquina. Está ubicada a metros de Plaza de Mayo, en la esquina de Bolívar y Alsina, desde 1785. Por entonces era una botica en la que, además de libros, se vendían todo tipo de víveres. 40 años más tarde adoptó el nombre actual, debido a la cercanía con el Real Co­le­gio de San Car­los, hoy Co­le­gio Na­cio­nal de Bue­nos Ai­res.

Hoy no solo es un punto de encanto en la ciudad por sus vidrieras altas, iluminadas por portadas de todo tipo y tiempo; también es una de las librerías en castellano más antiguas del mundo. Se destacan sus ediciones literarias centenarias y fuera de circulación, ejemplares especializados sobre curiosidades históricas y materias diversas como filosofía, antropología, física, lingüística y teatro, entre otras joyas.

Librería Fedro

Si querés curiosear novedades editoriales y encontrarte con lectores vecinos en San Telmo, este es tu lugar. Trabajan catálogos actualizados de narrativa, infantiles, ensayo, poesía, arte, espiritualidad, cocina, viajes y más.

Si la visitás durante el fin de semana por la tarde es posible que te encuentres con un encuentro de lectura o alguna actividad similar. Es un espacio muy activo y frecuentado por

10. Terminar la tarde con un café en una barra notable

San Telmo está lleno de barras notables que conservan la arquitectura y decoración original, como Punto y Coffee Town. Estos cafés son el lugar perfecto para descansar después de una mañana de exploración. Recomendación: Pedí un cortado con medialunas para vivir la experiencia completa.

Estos son otros lugares imperdibles si querés conocer estos clásicos porteños:

Café Rivas de San Telmo

El Café Rivas se encuentra en un punto histórico de San Telmo, cerca de donde terminaba el trazado urbano original de Buenos Aires en el siglo XVI. Ubicado en una casona antigua junto al Bar Sur y la Librería la Nueva, abrió en 1967 y conserva detalles arquitectónicos como una marquesina de hierro, ventanales altos y una enredadera de Santa Rita. Su ambiente evoca el estilo belle époque, y en el primer piso funciona un café-concert con espectáculos frecuentes.

El local atrae tanto a oficinistas como a turistas, ofreciendo comidas para toda hora, cócteles de autor y música en vivo, especialmente jazz los jueves o viernes. Abre de martes a sábado hasta la medianoche y los domingos hasta la tarde, con un brunch destacado los fines de semana. Entre sus bebidas sobresalen whiskies como el Tullamore Dew y el Bullitt, que complementan su propuesta gastronómica y cultural en el barrio.

Café el Federal en San Telmo

Desde su fundación en 1864 ocupa la esquina de Carlos Calvo y Perú, hoy considerada un punto clave del barrio. En sus inicios, El Federal funcionó como pulpería rural que servía bebidas a los parroquianos. Con el tiempo evolucionó a almacén de productos importados como sardinas españolas, higos de Esmirna y aceite de oliva italiano. En sus primeras décadas, el piso superior albergó un prostíbulo clandestino. 

Entre 1930 y 1960 funcionó como despacho de bebidas y almacén de barrio, y durante las décadas siguientes fue escenario de varias producciones del cine argentino. Hoy es un punto de referencia tanto para turistas como los vecinos de San Telmo, que lo siguen eligiendo para reunirse.

En el salón destaca su barra con de madera tallada y vitrales. El espacio conserva sus baldosas originales, mesas antiguas y una caja registradora de época. En su carta destacan las variedades de picada, el vermut y platos como sandwiches, hamburguesas, pastas artesanales y locro en fechas patrias.

Casa Telma

Si preferís hacer una parada del paseo en un lugar más moderno y te interesa conocer un buen café de especialidad en San Telmo, Casa Telma es la opción ideal. 

Además de cafetería y pastelería de primera calidad y un espacio más que acogedor para hacer una pausa, su ubicación es perfecta para formar parte de un paseo por el barrio. Frente a Casa Telma está el antiguo Mercado de San Telmo, a una cuadra Plaza Dorrego, la Iglesia de San Telmo y muy cerca el Pasaje de la Defensa y el Museo Moderno

11. Paseo de la Historieta de San Telmo: ¡llevate tu foto con Mafalda!

En la esquina de Defensa y Chile está el banco donde se sienta Mafalda, un clásico de San Telmo. La icónica figura creada por Quino sigue siendo un símbolo del humor y la crítica social argentina.

Dato de color: Si querés completar el recorrido, caminá por el Paseo de la Historieta, donde encontrarás esculturas de otros personajes como Isidoro Cañones y el Loco Chávez.

 









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