El 2025 se despide y ya hay quienes están ansiosos por organizar su próximo momento especial: Año Nuevo. Inaugurar el 2026 con una buena escapada o vacaciones genera grandes sensaciones y mantiene alto el optimismo y las esperanzas para los meses venideros. ¿Te pasa? Si es así, ya debés saber que Argentina ofrece escenarios tan diversos como espectaculares para despedir el año y dar comienzo a un 2026 por lo alto. Selvas subtropicales, playas hacia el Océano Atlántico, sierras y cordones montañosos, e inclusive… ¡El fin del mundo!
Ya sea que planees despedir el año solo, en pareja, con la familia amigos, la variedad de paisajes y posibilidades en este país es perfecta. Podés elegir un brindis distinto rodeado de naturaleza, fuegos artificiales, o fiestas junto al mar.
En esta nota, vas a encontrar cinco recomendaciones de lugares donde pasar fin de año en Argentina. Porque si algo nos enseña cada 31 de diciembre, es que todo puede cambiar con una buena vista, una copa en alto, y el deseo de empezar otra vez, pero mejor. Y si querés explorar más formas de viajar por el país en esta fecha tan especial u otras, revisá nuestros paquetes de viaje en Argentina.
Lugares para pasar Año Nuevo
Las Cataratas del Iguazú, con su bruma mágica. Villa Carlos Paz, con la calidez de su gente y los atardeceres rosados. Ushuaia, hogar del emotivo “faro del fin del mundo” en el Canal de Beagle. Mar del Plata y Pinamar, dos opciones inmejorables donde pasar fin de año en la costa argentina. Un refugio en El Bolsón, en medio de los soñados bosques patagónicos.
Todos estos lugares son candidatos ideales para despedir el año de un modo especial. Veámoslos en detalle.
Fin de Año en las Cataratas del Iguazú, Misiones
Pasar Año Nuevo en Iguazú, al noroeste de Argentina, es una apuesta segura para quienes buscan empezar el 2026 rodeados de un escenario selvático imponente y muy buena energía. La frondosidad de la selva misionera y el estruendo hipnótico de las cataratas crean una atmósfera vibrante, muy atractiva para resetear cuerpo y la mente.
Muchos viajeros eligen recibir el 1 de enero en Iguazú porque es un lugar con mucha mística. No por nada fue elegida una de las 7 maravillas del mundo. Cuando llega la medianoche, el brindis cobra otra dimensión. Algunos hoteles de lujo cercanos al Parque Nacional Iguazú o adentrados en la espesa selva misionera realizan cenas al aire libre, en medio del clima subtropical y un cielo estrellado, con shows de fuegos artificiales, platos típicos de la región, y muchas sorpresas. Y no hay nada más lindo que escuchar la caída de las cataratas de fondo. Brindar ahí, con la humedad en la piel y la selva alrededor, es brindar por la vida misma.
Si te quedás unos días más para conocer, el Parque Nacional Iguazú es un espectáculo en sí mismo. Con senderos bien señalizados, pasarelas sobre el agua y miradores que cortan la respiración, es perfecto para recorrer a solas, en pareja o en familia. Los más chicos suelen quedar fascinados con el tren ecológico y la posibilidad de ver monos, coatíes y mariposas gigantes. Para quienes quieren un plus de aventura, el Paquete Cataratas del Iguazú Aventura incluye la navegación por el río Iguazú Inferior, llegando hasta la base misma de los saltos, con chapuzón incluido.
Y para vivir una experiencia única y extraordinaria, la Excursión Cataratas con Luna Llena permite caminar de noche por la selva y ver la Garganta del Diablo iluminada solo por la luna. Mágico es poco.
Ushuaia, Tierra del Fuego: Año Nuevo en el Fin del Mundo
Durante las fiestas, Ushuaia vibra con la Fiesta Nacional de la Noche Más Larga, un evento con actividades culturales, recitales y propuestas artísticas para locales y visitantes. La agenda completa se conocerá en las últimas semanas del año. Para vivir la ciudad con todo incluid, el Paquete Ushuaia de Lujo es una opción completa y cuidada: incluye traslados, excursiones y alojamiento en hoteles de primer nivel con vista a las montañas o al canal Beagle.
Ahora bien, si lo que se busca es moverse, la Navegación en Yate por el Canal Beagle invita a recorrer islas, faros y colonias de lobos marinos. Pero hay otra opción más agitada e igual de divertida: la Experiencia Husky propone trineos con perros, caminatas con raquetas y chocolate caliente en un bosque nevado. Además, no se puede dejar de lado el Tren del Fin del Mundo, que propone un viaje encantador por los paisajes del Parque Nacional Tierra del Fuego, con historia carcelaria incluida y paradas en cascadas y miradores.
Brindar por el Año Nuevo en el fin del mundo no es solo un juego de palabras: es una experiencia que queda grabada para siempre. Ushuaia, la ciudad más austral del planeta, combina paisajes inimaginables, (temperaturas frescas incluso en pleno verano) y una sensación constante de estar “en el borde de algo inmenso”.
La noche del 31, cuando el cielo se pinta de celeste profundo y el viento del sur sopla con fuerza, el brindis se vuelve íntimo y poderoso. No hay ruidos estridentes, ni multitudes; solo un grupo de personas mirando al horizonte, con una copa en la mano, sintiendo que ahí, en ese rincón del mapa donde termina la ruta nacional número 3, el tiempo se detiene por un instante.
Mar del Plata: fin de año en en la Costa Argentina
Nadie que evalúe en serio dónde ir a pasar fin de año en Argentina puede dejar afuera la Costa Atlántica. Se trata del clásico argentino para recibir el año con los pies en la arena, y sobre todo en Mar del Plata. Se trata de dos ciudades de ambiente festivo, con variedad de propuestas gastronómicas e infinidad de actividades para todas las edades.
¿Qué tienen de especial? Vamos por partes: en Mar del Plata, los fuegos artificiales sobre el mar,y las fiestas de cumbia, reggaetón y RKT o música electrónica en los balnearios y boliches, son un clásico. Además, en “La Feliz”, su emblemático Casino junto al Hotel Provincial suele extender su horario esa noche, siendo un punto de encuentro para quienes buscan entretenimiento y juegos durante la celebración. En esta ciudad, comer rico y variado es un must: muchos restaurantes con cena de Fin de Año presentan menús especiales de varios pasos, vino, y música en vivo.
Y ya que vas a hacer una escapada, para sumar una salida distinta, Tangol ofrece dos excursiones geniales que quizás te interesen: la visita a la Bodega Trapiche con degustación, que se realiza en Chapadmalal y combina vinos, mar e historia de la arquitectura local; y el tour a Laguna y Sierra de los Padres, una escapada de media jornada para respirar aire serrano, visitar capillas históricas y probar alfajores caseros en el camino.
Villa Carlos Paz, Córdoba: alegría y festejos entre sierras
Villa Carlos Paz es sinónimo de sierras, cuarteto y fernet. Cada Año Nuevo, la ciudad cordobesa despliega todo su encanto para recibir a locales y turistas con un combo irresistible: clima cálido, ambiente festivo, y una vista privilegiada del lago San Roque. Es un destino ideal para quienes quieren celebrar sin alejarse tanto de la ciudad, pero rodeados de naturaleza y movimiento.
El 31 de diciembre, la costanera se llena de luces y cuarteto, el género musical que los cordobeses llevan en la sangre. Los bares y restaurantes ofrecen cenas especiales con platos tradicionales, espectáculos y shows en vivo. Muchos hoteles y complejos organizan su propio festejo con menúes variados y bailes hasta el amanecer.
Las familias eligen la peatonal para pasear y ver los espectáculos callejeros, mientras que los más jóvenes copan los boliches y paradores con vista al lago. A la medianoche, el cielo se ilumina con fuegos artificiales y el brindis se acompaña con el eco de las sierras y el reflejo de las luces en el agua.
Durante el día, las opciones para disfrutar del entorno son muchas. Tangol propone una excursión clásica por Villa Carlos Paz, con recorrido por el Reloj Cu-Cú, aerosilla y el centro comercial. Para quienes prefieren una dosis de adrenalina, el vuelo en ala delta ofrece una vista panorámica inolvidable del valle. Y si tu plan perfecto incluye algo de trekking serrano, éste que recorre la Quebrada del Condorito ofrece la posibilidad de ver cóndores volando a pocos metros de altura y recorrer senderos con paisajes únicos.
Otra propuesta imperdible es el Camino del Vino en el Valle de Calamuchita, que combina bodegas boutique, degustaciones, y fotos lindas para subir a Instagram del paisaje cordobés. Ideal para arrancar el año con una copa en la mano.
El Bolsón, Río Negro: un Año Nuevo diferente
El Bolsón no tiene casinos ni grandes boliches, pero tiene fuego, río, montaña y silencio. Brindar allí, después de una caminata larga y una noche compartida con gente que tal vez recién se conoce pero ya parece familia, es un ritual.
No todos buscan luces, ruido y multitudes para despedir el año. Hay quienes eligen hacerlo en silencio, caminando por senderos entre lengas, alerces y arroyos de deshielo. Una de las experiencias más especiales para recibir el Año Nuevo es la subida al Refugio Los Laguitos, dentro del Área Natural Protegida Río Azul-Lago Escondido (ANPRALE), muy cerca del Cerro que, simbólicamente, lleva el nombre perfecto: Año Nuevo.
Llegar hasta allí implica dejar atrás el celular, el reloj y las comodidades cotidianas. El trayecto puede durar entre 6 y 8 horas, con tramos de dificultad media entre bosques puros, vistas alucinantes del cordón montañoso y un refugio de montaña donde se comparte lo que se tiene, desde una sopa caliente hasta los mejores deseos para lo que viene. Así, la noche del 31 se recibe bajo las estrellas, con el sonido del viento entre los árboles, y un brindis sencillo.
Para quienes quieren sumar otras experiencias al viaje, Tangol ofrece excursiones que sintonizan con esta conexión natural: una cabalgata al Cajón del Azul, por ejemplo, permite atravesar bosques y ríos sobre el lomo de un caballo, guiados por pobladores locales que conocen cada rincón.