Esta es una verdadera joya escondida. Pocos saben de su existencia. Que la tierra tenga numerosas tonalidades es lo que espera cualquier turista que pasea por
Jujuy, pero en el sur del país es un paisaje único y
sorprende a cualquiera que lo encuentre.
Junto a la emblemática Ruta Nacional 40, unos 56 kilómetros al sur de la localidad de Perito Moreno, un cartel de madera tallado anuncia el portal de acceso a esta atracción secreta.
En medio de la meseta y el paisaje estepario, se abre una grieta gigante, que revela los colores del corazón de la tierra. El rojo, morado y rosa contrastan con el ocre casi amarillo, el verde agua y hasta el blanco.
Un sendero sin dificultades invita a caminar por un paisaje colorido que muchos consideran “lunar” aunque nunca hayan estado cerca del astro.
Además de su belleza, el sitio revela la evolución del planeta.