En el corazón de los Andes argentinos, en la provincia de Catamarca, se extiende uno de los paisajes más sobrecogedores del planeta: la Ruta de los Seismiles, un recorrido de la Ruta Nacional 60 (RN60) que atraviesa la mayor concentración de volcanes y montañas que superan los 6.000 metros de altura.
El circuito parte desde Fiambalá y se adentra en la inmensidad de la Puna. Por las características geológicas y climáticas de la zona, la aridez del desierto se combina con lagunas de colores surrealistas, salares brillantes y cumbres nevadas. No hay muchos lugares del mundo donde se pueda apreciar este tipo de paisaje, al que se puede llegar tanto desde Catamarca como desde provincias cercanas como Tucumán y La Rioja.
La ruta sigue el trazado del antiguo Camino del Inca y fue utilizada siglos atrás por mensajeros y caravanas que conectaban el noroeste argentino con el Alto Perú. Hoy es un destino imperdible para los amantes del turismo de aventura, la fotografía y la geología, pero también para quienes visitan y quieren hacer excursiones cerca de Fiambalá, en Catamarca.
Cada parada en este recorrido es una postal inolvidable: desde el imponente Monte Pissis (6.882 m), el tercer volcán más alto del mundo, hasta la Laguna Verde, cuyas aguas esmeralda contrastan con el árido paisaje. En ese trayecto se elevan cerca de 20 picos que superan los 6 mil metros de altitud, un atractivo irresistible para montañistas, entusiastas del senderismo y aventureros en vehículos 4x4.
Veamos qué hay que tener en cuenta para visitar la Ruta y cómo planificar el viaje con todo lo necesario.
Dónde alojarse para hacer la Ruta de los Seismiles
Si planeás explorar la Ruta de los Seismiles, Fiambalá es el punto de partida ideal, con varias opciones de alojamiento. Desde hosterías rústicas hasta cabañas con aguas termales, este pueblo es conocido por su clima seco y la calidad de sus servicios turísticos.
Otra opción cada vez más elegida por quienes visitan esta zona del norte argentino es hacerlo con un paquete de viaje a la Ruta de los Seismiles, lo que permite alojarse en más de un punto del camino, con traslados incluidos. Nuestro plan de 4 días atraviesa los puntos más emblemáticos de la RN60 con alojamiento en Fiambalá y La Rioja.
Un lugar destacado es el Hotel Las Termas de Fiambalá, que cuenta con aguas terapéuticas aplicadas a tratamientos y servicios de relajación. Una opción perfecta para reponer energías antes o después de la travesía. Para quienes prefieren una experiencia más cercana a la naturaleza, la localidad de Tinogasta, a 50 km de Fiambalá, cuenta con hosterías familiares y campings equipados.
También existe el Complejo Hotelero de Cortaderas, el único punto de servicios en medio de la ruta, ideal para hacer una parada técnica. Reservar con anticipación es clave, especialmente en temporada alta (abril-octubre), cuando el flujo de viajeros aumenta.
Excursiones desde Fiambalá a la Ruta de los Seismiles
Para quienes no cuentan con movilidad propia, varias agencias en Fiambalá ofrecen excursiones guiadas. Estas salidas incluyen paradas en puntos clave como el Volcán Incahuasi (6.621 m), la Laguna Verde y las Termas de la Aguadita, donde es posible bañarse en aguas termales rodeadas de montañas.
Los tours suelen partir al amanecer e incluyen guías expertos que explican la historia geológica y cultural de la zona. Algunas excursiones llegan hasta el Abra del Acay (4.895 m), otro de los pasos más altos de Argentina, mientras que otras se enfocan en el avistamiento de flamencos en las lagunas altoandinas.
Tour al Campo de Piedra Pómez desde Fiambalá
Este viaje en vehículo 4x4 privado desde Fiambalá propone adentrarse en paisajes remotos de la Puna catamarqueña. El recorrido comienza cruzando el río hacia el pueblo de Las Papas, un pequeño asentamiento montañoso habitado por apenas 50 descendientes directos de los diaguitas.
El verdadero desafío comienza al vadear el caudaloso río Papas camino al Campo de Piedra Pómez. Durante los 30 km siguientes van a aparecer las Termas Los Baños y Los Hornos, donde podremos hacer una pausa termal si las condiciones climáticas lo permiten. El paisaje se transforma al llegar a Lagunilla, donde los extensos arenales nos preparan para el ascenso final de 4 km por dunas movedizas.
Lo mejor llega al alcanzar el Campo de Piedra Pómez, un mar de formaciones volcánicas esculpidas por el tiempo que parecen de otro planeta. Tras una hora y media explorando este monumento geológico natural y capturar sus formas surrealistas en fotografías, emprendemos el regreso a Fiambalá.
De Fiambalá al Balcon de Pissis
Nuestra aventura al Balcón de Pissis desde Fiambalá inicia temprano por la RN 60, rumbo oeste hacia el majestuoso Paso San Francisco. A los 80 km empieza el Camino de los Seismiles con sus postales inolvidables: primero las aguas cristalinas de la Laguna del Aparejo, luego el intenso azul turquesa de la Laguna Celeste, preludios del espectáculo principal.
El punto culminante llega con el ascenso al Balcón del Pissis, un mirador natural situado en una atalaya a más de 4.000 metros de altura. La vista abarca desde la enigmática Laguna Negra hasta la fascinante Laguna Verde en la lejanía.
Cuál es la mejor excursión a Ruta de los Seismiles
una excursión organizada es la forma más segura de disfrutar de este circuito. Las salidas suelen incluir visitas a volcanes inactivos, trekking por quebradas ocultas y paradas en miradores naturales. Un imperdible es el Ojos del Salado (6.893 m), el volcán activo más alto del mundo, ubicado cerca del límite con Chile.
También hay expediciones de alta montaña que permiten ascender algunos seismiles con guías especializados. Estas travesías requieren aclimatación previa debido a la altura, pero ofrecen vistas panorámicas que valen cada esfuerzo.
Veamos dos opciones para visitar la Ruta de los Seismiles desde Tinogasta o Catamarca Capital.
Travesía a Balcón del Pissis desde Tinogasta
Esta aventura parte de Tinogasta y pasa por Fiambalá a través de la RN 60 hacia el Balcon del Pissis. En los paisajes lunares del camino conviven vicuñas, guanacos y cóndores, con la resistente vegetación andina como testigo.
El punto culminante es el Balcón del Pissis (4.550 m), mirador natural con vistas al imponente Volcán Pissis (6.792 m) -el volcán inactivo más alto del mundo- y a las lagunas Verde y Negra. En el trayecto, paramos en la Laguna Celeste (de aguas turquesas) y la Laguna de los Aparejos (hogar de flamencos en verano).
Una opción extendida del tour es continuar hasta el Paso San Francisco, bordeando otros gigantes como el Cerro Tres Cruces (6.749 m) y atravesando la Quebrada de las Angosturas de cerros multicolores.
Ruta del Adobe desde San Fernando del Valle de Catamarca
Entre Tinogasta y Fiambalá, a lo largo de la RN 60, se encuentra la célebre “Ruta del Adobe”. Se trata de un recorrido de 55 km que atraviesa pequeños pueblos con casonas, estancias, capillas e iglesias, todas edificadas en adobe, una mezcla de barro y paja empleada en construcciones antiguas.
Nuestra primera parada del tour por la Ruta del Adobe y Fiambalá desde Catamarca es la Quebrada de la Cébila, donde las rocas multicolores esculpidas por el tiempo narran historias ancestrales. El camino continúa hacia la Quebrada de Mazán, un espectáculo de formaciones rocosas y vegetación agreste.
Al avanzar hacia Aimogasta, el paisaje se suaviza dominado por el imponente Cerro Negro, guardián del desierto. El encantador pueblo de Copacabana, con sus casas de adobe y aire rústico, invita a una pausa llena de autenticidad. Durante todo el recorrido vamos a apreciar cómo la arquitectura tradicional se fusiona con el paisaje desértico, mostrando capillas y construcciones centenarias.
El viaje culmina en las Termas de Fiambalá, un oasis de aguas terapéuticas ideal para cerrar el recorrido con una experiencia revitalizante.
Cómo prepararse para hacer la Ruta de los Seismiles en auto
Recorrer la Ruta de los Seismiles en vehículo 4x4 es la mejor opción, ya que el terreno es de ripio y arena, y algunos tramos no tienen señalización. El trayecto fundamental va desde Fiambalá hasta el Paso San Francisco (4.722 m), y demanda al menos dos días para apreciarlo sin apuros. Es crucial llevar combustible adicional, dado que entre Fiambalá y Las Grutas no hay estaciones de servicio.
Los cambios drásticos de paisaje son la marca esencial del recorrido: vas a atravesar desde formaciones rojizas similares a Marte hasta llanuras grises y salares inmensos. La fauna local de vicuñas, guanacos y suris (ñandúes andinos), acompaña el viaje.
Lo recomendable es salir temprano para evitar vientos fuertes por la tarde y llevar GPS o mapas offline, ya que la cobertura móvil es casi nula. Lo mejor es hacerlo durante el día, parando varias veces para disfrutar las vistas panorámicas de la cordillera andina, y no despegarse mucho de la ruta principal sin la presencia de un guía. Tené en cuenta que sobre la RN 60 hay refugios viales básicos y sin servicios, pero que sirven para protegerse de tormentas o pedir ayuda por una emergencia.
¿Se puede hacer la Ruta de los Seismiles en invierno?
El invierno (junio-agosto) transforma la Ruta de los Seismiles en un escenario blanco y silencioso, donde las cumbres nevadas brillan bajo un cielo despejado. Las temperaturas pueden caer bajo cero, especialmente de noche, pero los días suelen ser soleados y perfectos para recorridos.
Esta época es ideal para fotógrafos, ya que la nieve contrasta con los tonos rojizos de la tierra. Sin embargo, es clave verificar el estado de los caminos, ya que algunas zonas pueden estar bloqueadas por nevadas. Llevar ropa térmica, calentadores y cadenas para nieve es esencial si se viaja en auto.