Qué hacer en Salvador de Bahía

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  Tangol 31/01/2018

Salvador de Bahía fue la primera capital de Brasil, y todavía hoy es una ciudad donde la historia colonial portuguesa se entrelaza profundamente con las raíces africanas. Cada esquina narra una historia, y el ritmo de los tambores resuena en sus calles empedradas. Conocida como la "Roma Negra" debido a su herencia afrobrasileña, Salvador es un museo vivo de tradiciones, sabores y sonidos. Esta energía de la ciudad se siente en sus festivales espontáneos y su vida nocturna vibrante.

Salvador está ubicada en la costa noreste de Brasil y goza de un clima tropical cálido durante todo el año, con temperaturas que promedian los 25-30°C. La estación de lluvias, de abril a julio, se caracteriza por chubascos intermitentes. 

La ciudad es extensa y cuenta con un sistema de transporte público que incluye autobuses y, más recientemente, el metro, que conecta áreas clave. Para explorar el centro histórico y sus alrededores, caminar es la mejor opción. En tanto, la conectividad con destinos naturales cercanos se realiza a través de carreteras bien mantenidas o, en el caso de islas, mediante transbordadores y lanchas rápidas.

A continuación, vas a encontrar recomendaciones e información para armar tu itinerario de viaje a esta joya turística de Brasil. Nuestros paquetes de viaje a Salvador son la mejor opción si preferís prepararte para un viaje con alojamiento, traslados y actividades ya listos para vos. Y si querés complementar tu visita, consultá nuestros tours y excursiones en Salvador.

Ahora sí, empecemos.

 

Primer city tour en Salvador: ¿qué recorrido hacer?

La ciudad de Salvador tiene un centro cautivante, rico en historia y lugares de importancia cultural, pero su encanto urbano no se agota ahí. En los alrededores también hay zonas de interés para comprender la relación de la ciudad con su entorno natural. Por eso, lo mejor es tomarse dos días para tomar un city tour en cada uno, o bien elegir uno de los dos paseos.

El centro de Salvador es un testimonio arquitectónico de los siglos XVII y XVIII. Sus iglesias barrocas, a menudo adornadas con oro, y las casas coloniales de colores vibrantes, conforman un paisaje que transporta al visitante a otra época. Esta zona es el epicentro de la conservación cultural afrobrasileña, donde la música, la religión, la gastronomía y las artes marciales como la Capoeira mantienen viva una herencia invaluable.

Un tour panorámico por por el Salvador comienza en el histórico Faro da Barra, el punto exacto donde las aguas tranquilas de la Bahía de Todos los Santos se funden con la fuerza del Océano Atlántico, marcando simbólicamente la entrada a la ciudad. Desde ahí, la ruta se adentra hacia el Dique do Tororó, donde las majestuosas esculturas de los orixás se alzan sobre el espejo de agua, con la moderna silueta de la Arena Fonte Nova como testigo del presente.

 

Al cruzar el túnel Américo Simas, se desciende a la Ciudad Baja, un trayecto que descubre la vida alrededor del puerto y barrios tradicionales como Calçada, con su imponente estación de tren, mostrando las conexiones más auténticas de la ciudad. El camino continúa hacia el cerro de Bonfim, donde la fe bahiana se materializa en su iglesia más famosa, escenario de la vibrante Lavagem do Bonfim, y ofrece la posibilidad de una pausa dulce en la tradicional Heladería Ribeira.

La ruta sigue hacia el Fuerte de Monte Serrat, una fortaleza colonial que custodia una de las vistas más impresionantes de la bahía, y pasa por el sereno Santuario de Santa Dulce de los Pobres, que honra el legado de la primera santa de Brasil. Finalmente, el recorrido concluye en el alma de la ciudad: el Mercado Modelo. Allí, entre el colorido de la artesanía, el sonido del berimbau y la brisa marina, se captura la verdadera esencia de Salvador, un lugar donde la historia, la fe y la alegría se entrelazan en cada rincón.

Barrio de Pelourinho en Salvador

El Pelourinho es, sin duda, la postal más icónica de Salvador y una parada obligatoria. Fundado en 1594 por los colonos portugueses, este barrio histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985. Sus edificios restaurados en tonos pastel albergan tiendas de artesanía, centros culturales, restaurantes que sirven delicias bahianas, bares animados y locales con música en vivo que resuenan hasta altas horas de la noche.

Este distrito no solo es un deleite visual, sino también un epicentro cultural. Ha sido fuente de inspiración para artistas de renombre mundial. El músico bahiano Caetano Veloso le ha dedicado varias de sus composiciones, y figuras internacionales como Paul Simon y Michael Jackson eligieron sus calles adoquinadas como telón de fondo para videoclips.

El Ritmo de Olodum

Una inmersión profunda en la cultura afrobrasileña de Salvador incluye asistir a un ensayo de Olodum. Este renombrado grupo musical y cultural es célebre por su bloco de Carnaval, que atrae a miles de personas cada año.

El grupo ofrece espectáculos y ensayos abiertos al público durante todo el año, brindando una oportunidad única para experimentar la potencia de la música afrobrasileña en vivo. El Centro Histórico, especialmente los martes por la noche, se llena de gente que baila y disfruta de la gastronomía mientras los tambores de Olodum marcan un ritmo inconfundible.

 

Islas y playas de Salvador

Más allá de su rica historia urbana, Salvador de Bahía es la puerta de entrada a algunos de los paisajes naturales más impresionantes de Brasil. La costa bahiana ofrece una variedad de playas y ecosistemas que invitan a la relajación y la aventura.

Bahía de Todos los Santos

Si te preguntás qué excursiones hacer Salvador de Bahía, no dejes de tener en cuenta el paseo en barco por la majestuosa Bahía de Todos los Santos, la bahía más grande de Brasil. Esta experiencia es ideal para admirar la ciudad desde una perspectiva privilegiada, navegando por sus aguas tranquilas a bordo de una típica goleta.

El recorrido ofrece vistas panorámicas espectaculares del perfil de Salvador, con sus edificios históricos, y del imponente Forte do Mar, un fuerte del siglo XVII situado en la propia bahía. La travesía recorre un archipiélago de más de 50 islas, pero se enfoca en dos joyas principales.

La primera parada es en la Ilha dos Frades, un paraíso casi virgen de playas de aguas cristalinas, ideal para una pausa y un baño bajo el sol. A continuación sigue la famosa Ilha de Itaparica, la más grande de la bahía, conocida por su rica historia y por ser la cuna del escritor João Ubaldo Ribeiro. Para completar la jornada, toca una parada de almuerzo en la popular playa de Ponta de Areia.

Arembepe

Arembepe es un pueblo costero ubicado a unos 30 km al norte de Salvador. Conserva una atmósfera bohemia y relajada, vestigio de su historia como comunidad hippie. Los artesanos locales venden sus creaciones, y la filosofía de "paz y amor" aún impregna el ambiente.

Geológicamente, la costa de Arembepe se caracteriza por sus formaciones de arrecifes que crean piscinas naturales durante la marea baja, ideales para un baño tranquilo. Además de su encanto bohemio, Arembepe juega un papel crucial en la conservación marina. La playa es hogar de proyectos de protección de tortugas marinas. Entre diciembre y febrero es común presenciar la liberación de crías de tortugas hacia el océano, un espectáculo natural conmovedor y educativo.

 

Praia do Forte: Belleza Natural y Conservación

Aproximadamente a 80 km al norte de Salvador, Praia do Forte es un verdadero paraíso natural que abarca 8 km de playas prístinas. Este destino es un ejemplo de desarrollo turístico sostenible. Sus aguas cálidas reúnen condiciones ideales para el buceo y el snorkel en arrecifes repletos de vida marina. Las piscinas naturales, formadas por las rocas, son perfectas para un baño relajante.

La singularidad de Praia do Forte también radica en la confluencia de ríos de agua dulce con el mar. Algunas de sus áreas son conocidas por sus excelentes olas para el surf. La flora de la región está dominada por el "coco", cuyo cultivo fue la base económica de la zona hasta el auge turístico. Es importante destacar el Proyecto Tamar, un programa de conservación de tortugas marinas, que tiene una de sus principales bases en Praia do Forte, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de aprender sobre estas especies y su protección.

Isla de Boipeba

Para una experiencia de desconexión total, la isla de Boipeba, accesible tras un viaje en ferry de aproximadamente dos horas, es un destino excepcional. Esta pequeña isla es una Área de Protección Ambiental, lo que garantiza la conservación de su mosaico de ecosistemas: desde la Mata Atlántica nativa hasta vastos manglares, dunas de arena, arrecifes de coral vivos y cocotales que bordean sus playas de arena blanca.

La fauna es igualmente impresionante, con una gran variedad de aves, crustáceos y especies marinas. En la isla no hay vehículos motorizados, lo que refuerza su atmósfera de tranquilidad y conexión con la naturaleza. Caminar, pasear en lancha o en canoa son las principales formas de exploración, permitiendo sumergirse completamente en la calma de este santuario.









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