Uruguay tiene regiones vitivinícolas como su capital, Montevideo. Por eso es un destino ideal para realizar catas de vino. Hay tiendas familiares, experiencias dirigidas por sumilleres o simplemente restaurantes especializados en maridaje entre vino y comida.
Desde las variedades como Tannat hasta Bouza Monte Vide Eu, pasando por Garzón Petit Clos Block, entre otros, la oferta es amplia y variada. Ninguna experiencia es mejor ni superior, porque depende de las preferencias y hábitos de cada persona, y de la propuesta de valor del lugar. A continuación, vemos cinco localizaciones gastronómicas y vitivinícolas especiales para la carta de vinos uruguayos.
Las 5 mejores catas de vino de Uruguay
Uruguay se destaca internacionalmente por sus opciones de degustación de vinos en Montevideo. Sin embargo, también se realizan catas de primer nivel en regiones fuera de la capital. Algunas invitan a sumergirse en la práctica tradicional de la cata de vinos, otras incluyen actividades alternativas o interacciones con el entorno para que la experiencia sea inmersiva.
Bodega Santa Rosa (Montevideo)
En la bodega Santa Rosa hay diez opciones para degustar. Vinos de museo, fond de cave, clásicos, premium, jóvenes y espumosos son algunas categorías.
En un viaje por 125 años de historia, los enólogos y guias especializados narran detalles de la producción e identidad de los vinos más importantes. El recorrido de degustación tiene una duración de tres horas.
Bodega Bauza (Montevideo)
Es otro destino imperdible para catar vinos en Montevideo. Durante un trayecto de 3 horas incluye guía local, degustación, servicio de comida y transporte en minivan. Cinco destacados de su cava son Chardonnay Las Espinas, Semillón, Riesling, Tempranillo Rosado y Merlot.
Garzón (Maldonado)
La arquitectura interior y los paisajes ubicados alrededor son los atractivos al iniciar la aventura, que culmina con la degustación de diferentes vinos. La cava de Garzón presenta una selección de vinos uruguayos y argentinos. Balasto, Petit Clos, Estate y Grapa son algunos de los más prestigiosos.
El lugar también destaca por su restaurante de cocina regional y fuego a leña. Las comidas son variadas en alternativas con productos e ingredientes locales, incluido el pescado fresco de la costa.
Viña Edén (Maldonado)
La visita con una selección de vinos dura entre una y dos horas, y la singularidad radica en el entorno de la bodega. Al ubicarse en la Ruta 12, las vistas del campo y las montañas producen un tono especial para la visita. Sus etiquetas de renombre son Cerro Negro Grand Reserva 2021, Viña Edén Pinot Noir y Viña Edén Marselan Cemento 2020.
Los Cerros De San Juan (Colonia)
En los Cerros de San Juan los vinos se dividen en cuatro categorías o grupos: blancos, blancos, rosados y espumosos. Cuna de Piedra es el más destacado.
Se trata de la bodega más antigua del país. Fue fundada en 1854 pero luce muy moderna debido a su renovada infraestructura. Ofrece visitas guiadas a las instalaciones, que preservan al máximo el patrimonio arquitectónico. Además del servicio de restaurante y degustación, está abierta a eventos sociales y corporativos.
¿Cómo hacer una degustación de vinos?
Cuando se pregunta cómo se degusta un vino, la respuesta parece simple. Se sostiene la copa, se lleva a la boca, y se ingiere lentamente. Sin embargo, entre medio de este proceso se esconden conocimientos que, de ser aplicados, permiten disfrutar aún más de la experiencia.
La cata de un vino consta de una experiencia sensorial para el análisis y disfrute en simultáneo. Degustar requiere de muy poco tiempo, que puede dividirse en tres pasos básicos, centrados en detalles.
- Fase visual: evaluar colores y matices
La primera impresión entra por los ojos. Es importante la buena iluminación y, de ser posible, un fondo blanco para apreciar mejor. La inclinación correcta de la copa es en un ángulo de 45°. Esto permite observar los bordes, reflejos y tonos.
- Fase olfativa: descubrir los aromas
El aroma transmite la historia y hasta permite identificar el origen de un vino, su tipo de uva y proceso de elaboración. Esta fase consiste en tres pasos: primero, aproximación, llevando la nariz a la copa para inhalar; segundo, oxigenación, que implica girarla para liberar los compuestos aromáticos; tercero, reiteración, con inhalaciones cortas y suaves.
Es la más esperada y la que completa la experiencia de cata de vino. Tal como su nombre lo indica, las protagonistas son las papilas gustativas y la sensación en la boca durante el primer sorbo.
Recordá, además, que las copas de vino para degustación (cualquiera sea el tipo) deben ser las adecuadas. Aunque parezca un detalle menor, la forma influye en la percepción del aroma y ayuda a que la experiencia sea más positiva.