El Amazonas no es solo una selva, es un superorganismo. Un colosal laboratorio de vida que se extiende por la superficie de Sudamérica, un paisaje de agua y vegetación salvajes, donde lo mítico se encuentra con lo real. Bautizado así por el nombre del caudaloso río que lo atraviesa, el más grande del planeta, esta selva tropical es el hogar de miles de especies, el corazón latente de la biodiversidad y el regulador climático de nuestro planeta.
La mejor forma de visitar este rincón del mundo desde Brasil es a través de la vibrante ciudad de Manaos. El objetivo de esta nota es guiarte a través de la magia de la fauna brasileña y recomendarte excursiones al Amazonas responsables, profesionales y guiadas. También vas a encontrar paquetes de viaje con alojamiento en la selva amazónica y servicios incluidos para avistar animales.
¡Empecemos!
Cómo avistar animales del Río Amazonas y la selva
Las excursiones a la selva desde Manaos son fantásticas, una oportunidad que pocos tienen el privilegio de conocer. Cada avistaje del delfín del Amazonas, cada par de ojos de caimán reflejado en la oscuridad, y cada piraña pescada de forma responsable, es una lección de humildad y una toma de conciencia. La opción por un turismo guiado y responsable, que respeta la vida silvestre y apoya a las comunidades locales, es la forma más directa en que el viajero puede contribuir.
Para ver de cerca a los animales del río Amazonas de manera segura y responsable, nada mejor que tomar excursiones con agencias de viaje autorizadas y experimentadas como la nuestra, que además cuenta con asesoramiento y guías profesionales que van a completar las actividades de forma excepcional.
La experiencia es inmersiva. El aire es denso, cargado con el perfume de la tierra húmeda y la vida en descomposición. Los colores se saturan: el verde profundo del dosel se rompe con el amarillo y el azul de los guacamayos, y el marrón chocolate del Río Negro se encuentra en una danza perpetua con el color arena rojiza del Amazonas.
A continuación, tres excursiones imperdibles para el avistamiento de los animales acuáticos del río Amazonas.
Encuentro con delfines rosados y comunidades indígenas
Si te fascina el delfín rosado del Amazonas, esta es tu excursión. El plan combina dos de los grandes íconos de la región amazónica: la naturaleza y la cultura. La jornada empieza con una travesía hacia el punto donde el Río Negro (de aguas oscuras por la materia orgánica) se une al Río Solimões (de aguas claras y ricas en sedimentos). Es un fenómeno visual cautivador: durante kilómetros, los dos ríos fluyen lado a lado sin mezclarse, creando una línea divisoria perfecta.
El momento culminante es el encuentro con el delfín rosado en sus afluentes protegidos. A diferencia de los encuentros con delfines oceánicos, la interacción acá es un privilegio íntimo. El delfín, con su piel flexible que a veces se tiñe de un rosa impactante (especialmente en machos adultos), se aproxima con una curiosidad juguetona. Su hocico alargado y flexible se acerca al visitante, permitiendo una conexión momentánea e inolvidable.
Esta actividad se realiza bajo regulaciones estrictas para minimizar el impacto y apoyar la conciencia sobre la conservación del Inia geoffrensis. La excursión se completa con una visita a una comunidad aborigen del Amazonas, ofreciendo una perspectiva cultural esencial de los pueblos que viven en armonía con el río desde hace décadas.
Avistaje de caimanes negros y pesca de pirañas en el Amazonas
Este tour parte desde Manaus para adentrarse en las aguas del río Solimões. Es una experiencia única entre las excursiones de pesca en el Amazonas.
La piraña, con su reputación feroz, es el objetivo. Se navega por un brazo tranquilo del río al atardecer. La técnica de pesca es rústica pero efectiva, con carne fresca como cebo. La sensación en la caña al sentir la mordida rápida y agresiva de una piraña roja es electrizante. Aunque se pescan, la actividad tiene un fin educativo: mostrar la importancia de este pez en el ecosistema y su rol como controlador natural de poblaciones.
Al caer la noche, la selva se transforma. El avistaje de caimanes es una de las actividades más emocionantes y requiere la máxima pericia de los guías. La canoa se desliza en la oscuridad profunda, los sonidos se magnifican: el coro ensordecedor de los insectos y las ranas, el aleteo distante de un pájaro. Es un silencio atronador que envuelve.
El guía busca pacientemente un par de puntos rojos o anaranjados brillando justo por encima de la línea de agua. Es el reflejo de los ojos del caimán negro (Melanosuchus niger). El guía se aproxima con una habilidad y rapidez asombrosa, y en un acto didáctico de destreza, puede capturar un caimán pequeño para su observación segura. El brillo de sus escamas oscuras y la fuerza de su cuerpo son un recordatorio de que uno está en un reino de depredadores. Tras la demostración y explicación sobre su ecología, el caimán es devuelto inmediatamente a su hábitat.
Exploración Profunda: fauna silvestre y avistaje nocturno
La caminata nocturna por la selva del Amazonas ofrece la oportunidad de ver animales terrestres que rara vez se encuentran en las riberas del río. Los guías expertos identifican tucanes y periquitos por su llamado, rastrean el movimiento lento y casi imperceptible de los perezosos colgados en las ramas, y señalan formaciones de insectos o ranas venenosas.
La segunda parte de la excursión regresa a los afluentes fluviales al caer el sol, combinando el avistaje de caimanes con la observación de la fauna crepuscular y nocturna. El foco está en la riqueza de los animales acuáticos del río Amazonas y los que dependen de él. Además del caimán, es el momento óptimo para ver aves nocturnas, escuchar el croar de la Rana Toro, y buscar mamíferos que salen de su escondite, como nutrias gigantes o algunos tipos de monos.
Si te cautiva la noche amazónica, podés pasar al siguiente nivel: contratar un paquete de 3 noches con alojamiento en la selva. Esta experiencia incluye el hospedaje en un lodge, traslados desde Manaus y comidas. ¡Consultanos para armar tu viaje a medida!
Qué es el Amazonas y cuál es su importancia para el planeta
La selva amazónica cubre aproximadamente 6.7 millones de kilómetros cuadrados, abarcando nueve países. Esta vasta región contiene la mitad de los bosques tropicales restantes del planeta. Se trata de una bomba de agua natural que influye directamente en el clima global. Sus bosques son responsables de reciclar entre el 50% y el 75% de las precipitaciones anuales de la región, devolviendo a la atmósfera unos 7 billones de toneladas de agua al año.
Además, los árboles y el suelo amazónico actúan como un gigantesco sumidero de carbono, reteniendo entre 90.000 y 140.000 millones de toneladas métricas de carbono. En pocas palabras, la salud del Amazonas es directamente proporcional a la estabilidad de la atmósfera de la Tierra.
El Amazonas es el lugar con mayor diversidad biológica de la Tierra. Contiene una de cada 10 especies conocidas que habitan nuestro planeta. El río, el alma de la selva, alberga más de 3.000 especies de peces de agua dulce, un número que supera al de todo el Océano Atlántico. Las especies terrestres y aéreas son igualmente asombrosas.
Viajar al Amazonas con conciencia
La majestuosidad del Amazonas hoy convive con una amenaza existencial. Es un espacio natural en crisis, presionado por la deforestación, el cambio climático y la contaminación.
La amenaza más alarmante y directa que enfrentan los animales acuáticos del río Amazonas es la contaminación por mercurio. Este veneno neurotóxico proviene de dos fuentes principales que se retroalimentan. Por un lado, la minería ilegal de oro, ya que se utiliza el mercurio para amalgamar y separar el oro de los sedimentos fluviales, y ese metal pesado y sus residuos son desechados sin control en los ríos (imaginá que para obtener apenas un kilogramo de oro, los mineros pueden verter hasta 10 kilogramos de mercurio directamente en el ecosistema).
Por otro lado, la ya conocida deforestación, que además de interrumpir el proceso de creación de oxígeno y purificación del aire, promueve inundaciones, ya que no hay raíces que absorben el excedente de agua de precipitaciones. Ni hablar de que con menos árboles y vegetación se absorben menos las impurezas contaminantes en el agua.
Ninguna criatura simboliza mejor esta crisis que el delfín rosado del Amazonas (Inia geoffrensis), también conocido localmente como "boto". Estudios recientes revelaron niveles de mercurio alarmantemente altos en los tejidos de estos mamíferos, a menudo superando 20, 30 y hasta 40 veces los límites de seguridad. La consecuencia es una caída dramática en sus poblaciones (hasta un 52% en algunas zonas), lo que llevó a la especie a ser catalogada como en peligro.
Para quien busca vivir la esencia salvaje y, al mismo tiempo, apoyar la conservación, la elección del turismo ecológico es vital. El Amazonas no es un lugar para el explorador improvisado. Solo las agencias de turismo y organismos con experiencia y compromiso garantizan que las excursiones al Amazonas sean seguras y respetuosas con el ecosistema y con las comunidades indígenas, transformando el viaje en una experiencia educativa.